El escenario de reactivación que dejó la economía en 2021, luego de que el PIB creció 10,6%, marco las pautas para un 2022 con cifras positivas. Pero si bien el crecimiento del año pasado fue el más alto desde que se tienen registros comparables, aún queda el interrogante de ‘¿qué tanto más puede crecer la economía?’.
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A este interrogante intentaron responder varios expertos durante un evento organizado por el centro de estudios económicos Anif, junto a Fedesarrollo, en el que se revisaron qué elementos representan presiones adicionales para el crecimiento durante este año, como son el empleo, la inflación, la situación fiscal, e incluso la actual crisis derivada del conflicto entre Ucrania y Rusia.
En el caso de Fedesarrollo, la perspectiva de crecimiento para este año está en 4,6%, pero según el director ejecutivo de la entidad, Luis Fernando Mejía, el crecimiento del país podría verse afectado por el crecimiento de la región, que ha mostrado menor dinamismo que el país, así como el desempeño de sus socios comerciales.
Según Mejía, la situación global ha llevado al petróleo a una tendencia en alza, que funciona como “una mini bonanza petrolera, y por ello una pequeña bonanza fiscal”.
Sin embargo, alertó que el riesgo fiscal en Colombia no deja de ser despreciable, “se han hecho cosas importantes, pero los inversionistas siguen viendo que se debe hacer algo más en el panorama fiscal. Eso ha llevado a depreciaciones de la moneda, y se ha golpeado no solo el riesgo país, sino también la tasa de cambio”, aseguró Mejía.
El presidente de Anif, Mauricio Santamaría, también se refirió a este aspecto, y recordó que el panorama fiscal del país venía en deterioro aún antes de la pandemia.
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“Vemos un incremento grandísimo en la deuda, el déficit tuvo una buena noticia el año pasado, pero un déficit de 7% no es sostenible, y mucho menos en un panorama donde no es claro de dónde van a salir los ingresos para mantener las finanzas públicas, sobretodo con el nivel de gasto que hoy tenemos“, puntualiza.
EL MERCADO LABORAL
Uno de los principales lunares que ha enfrentado la reactivación de la economía, y que sigue siendo uno de los puntos en los que debe trabajar el gobierno y el sector privado es el empleo.
“El empleo se encuentra rezagado frente a la producción. La economía en diciembre se encontraba 6,5 puntos por encima de su comportamiento prepandemia, pero de otro lado están los ocupados, el número está ligeramente más bajo de como estaba en diciembre de 2019, y eso nos preocupa”, dijo.
Santamaría reiteró que, si bien la tasa de desempleo ha disminuido, no alcanza los niveles prepandemia, esto, además, ha incidido en los ingresos de los más vulnerables, quienes enfrentan mayor incremento en el desempleo y se han demorado más en recuperase, dijo Santamaría.
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En este aspecto, Mejía mencionó como la tasa global de participación, la tasa de ocupación y el número de ocupados siguen estando por debajo de los niveles pre-pandemia. “A cierre de 2021, el empleo no logró recuperarse frente a 2019. Para 2022 se prevé que el desempeño del mercado laboral mejore lentamente”, dijo.
El balance de 2021 reveló que hacen falta por recuperar 1,2 millones de trabajos frente a 2019, dijo Mejía.
LA INFLACIÓN
El mayor dolor de cabeza para la economía global y nacional es el aumento de precios. En enero el país registró una inflación de 6,94%, superando los pronósticos del mercado. Mejía recordó que los alimentos registraron una inflación histórica en 20 años (19,94%), y se espera que en el primer trimestre se continúen presentando incrementos en los precios.
“Las expectativas de inflación para 2022 se mantienen altas. Los resultados de la Encuesta de Opinión Financiera para febrero muestran una inflación esperada de 5,1% y una tasa de política monetaria del 6,0% para fin de año”, dijo el director de Fedesarrollo.
Frente a este elemento, Santamaría dijo también que dado que buena parte de la inflación se relaciona con los alimentos, y que los pobres y vulnerables gastan 24% de sus ingresos en alimentos, “no falta ser un genio para ver que esta inflación golpeará más fuerte a los hogares de menores ingresos”.
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Santamaría destacó como las decisiones de política monetaria resultan claves en este momento. “Pedirle al Banco que se preocupe hoy por otros temas es incomprensible”, aseguró. El presidente de Anif reiteró que “hay espacio para subir las tasas”, y que continúa en “un terreno bastante expansivo”, por lo que su expectativa está en que la tasa de interés llegue a un nivel entre 6,25% y 6,5%.
Mejía por su parte consideró que la tasa de intervención del Emisor podría llegar al 6%.
Laura Lucía Becerra Elejalde
Twitter: @LauraB_Elejalde
Fuente: Portafolio