Los ‘corrientazos’ no escapan a la inflación: han subido hasta 26%

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El almuerzo corriente, o ‘corrientazo’ es parte de la rutina y la cultura colombiana. Por excelencia, es el menú que muchos trabajadores consumen todos los días en la mitad de su jornada, y en muchos casos, el único que pueden costear. Tras el embate de la pandemia, que generó el cierre de por lo menos 509.300 micronegocios según estadísticas oficiales, estos establecimientos están enfrentando otra amenaza: la inflación.

(Lea: Así han variado los precios de los alimentos en un año). 

Esta semana el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) divulgará el dato de inflación para febrero, y se espera siga creciendo más allá del 6,94% que registró en enero. Allí, el reglón que más ha impulsado la variación del Índice de Precios del Consumidor (IPC) es alimentos, con una inflación de 19,94%. Pero el inicio de año fue más fuerte de lo esperado, y la inflación registró un 1,67% solo en enero.

El director del Dane, Juan Daniel Oviedo, mencionó que el incremento de la comida fuera del hogar observó una variación mensual del 2,45% y de 10,73% anual, y que la papa, carne de res, plátano y frutas, que han tenido aumentos importantes en precios en el último año, son productos con una transmisión muy fuerte en los precios de los menús corrientes.

En las comidas por fuera del hogar, donde tenemos una contribución de 24 puntos básicos a la variación mensual del IPC, el ‘corrientazo’ está aportando 18 puntos básicos”, explicó Oviedo.

Los pequeños restaurantes no han sido ajenos al incremento en los precios. Mary Mena Rentería, cocinera y propietaria del restaurante La Esquina De Mary, en la Plaza de Mercado La Perseverancia, en Bogotá, asegura que tuvo que aumentar entre $2.000 y $3.000 los platos del menú por los nuevos costos.

(Además: Arroz, el alimento básico que aguantó el golpe de la inflación). 

Se ha subido muchísimo la papa. Sin mentir, he comprado hasta en $180.000 el bulto, y un bulto de papa pastusa, cuando muy cara estaba, se conseguía en $40.000. El aceite yo lo compro por 20 litros, y cuando muy caro estaba me salía en $70.000 u $80.000, ahora está en $165.000, es una cosa brutal los precios. Con el pescado, el pargo lo compraba a $28.000, ahora está a $40.000”, menciona Mary.

En este tipo de locales aumentaron entre $1.000 y $3.000 los menús. Alza en los alimentos pesan en las ventas y ya pasan factura a los empleos.

Archivo particular

La panadería y cafetería Goofy, en Teusaquillo, en Bogotá, vende también desayunos y almuerzos, pero por los aumentos en los precios han visto que se han bajado las ventas.”Nos ha afectado porque el mercado está muy caro, veníamos con un almuerzo a $9.000 y tuvimos que aumentarle a $10.000 y las ganancias de los almuerzos están afectadas. Es difícil”, dijo Daniela Torres, trabajadora del local.

Aunque en las ventas está el primer choque, el efecto de los precios está calando también en los empleos. Beatriz Alvarado, del restaurante Dibulla, en Santa Marta, asegura que “en todo han subido precios, la carne, el arroz, el tomate, y a pesar de estar cerca al mar, incluso el pescado está más caro, y han bajado las ventas. Uno tiene cocineros y trabajadores, hoy somos cinco, pero tuvimos que despedir a dos personas”.
Un golpe al bolsillo

(Siga leyendo: El 15% de los productores de papa ha renunciado al cultivo). 

El ‘corrientazo’ es una parte de la dieta nacional. Henrique Gómez Paris, presidente de Acodrés, el gremio gastronómico, dice que los menús han subido entre 12% y 26%. “Los ‘corrientazos’ tienen clientes con baja capacidad de compra, y cuando el dueño ve el precio al que tiene que ajustar el plato, lo que ha pasado es que han tenido que cerrar el negocio, porque el que vende el ‘corrientazo’ tiene más o menos la misma condición socioeconómica de sus clientes”, indica.

Así sucedió con el Restaurante Don Lucho, en Floridablanca (Santander) que cerró temporalmente por la pandemia, y tras reabrir ha tenido que subir los precios. “Antes los almuerzos, con sopa incluida, valían $8.000, pero ahora están a $10.500, porque tuvimos que regresar a pagar otra tarifa de arriendo, y subieron los servicios, pero además, subió mucho el precio de la carne y la papa, y es uno de los productos que más usamos. Ahora nos toca servir más poquito”, dijo el propietario del negocio.

La consultora Raddar calcula, además, que el tamaño del mercado de los almuerzos ejecutivos pagados por los hogares en 2021 fue de $36,5 billones.

Si bien en enero de 2022 las familias gastaron alrededor de $3,5 billones en almuerzos ejecutivos, y en 2021 fue de $2,7 billones. Camilo Herrera, fundador de la firma, asegura que hay un crecimiento en valor del 30%, pero con una inflación de 11,9%, causando un crecimiento real de 16,8%. Esto se explica mayoritariamente porque en enero de 2021 este rubro cayó -17% por los aislamientos de comienzo de año.

En las comidas por fuera del hogar, donde tenemos una contribución de 24 puntos básicos a la variación mensual del IPC, el ‘corrientazo’ está aportando 18 puntos básicos

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Los aumentos en los precios de los alimentos

Algunos de los productos básicos de la dieta colombiana registran alzas importantes en precios, como la papa (140,16%), la carne de res (34,86%), el plátano (42,05%), la carne de aves (26,85%) la yuca (46,56%) y el huevo (22,48%). El arroz (-11,97%) es de los pocos alimentos que tiene hoy una inflación negativa.

(Además: Precios de los alimentos se acercan a un máximo récord). 

Carolina Molina, gerente de Narcobollo, un restaurante de comida típica de Barranquilla, que también vende almuerzos corrientes, asegura que la inflación los ha golpeado. “Nosotros hacemos un menú anual, que cambia de precio y se espera la inflación, y adicional a eso hacemos un cálculo de cuánto podría aumentar cada producto a lo largo del año, pero se nos ha salido de las manos, Hay productos que hoy cuestan casi el doble y hemos tenido que modificar los precios”, dijo.

LAURA LUCÍA BECERRA

Fuente: Portafolio