Las excentricidades o modificaciones del cuerpo han sido utilizadas durante años como una forma para celebridades y millonarios de destacar. Algunas, incluso, terminan por convertirse en tendencias y oportunidades para el mercado.
Por ejemplo, para responder al deseo de verse siempre bien, esteticistas y cirujanos de todo el mundo han respondido con un amplio portafolio que va desde rinoplastias o liposucciones, hasta cirugía de párpados o inyecciones.
Solo en 2020, según cifras de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética (Isap) y pese a ser el año de la pandemia, se realizaron más de 10,1 millones de procedimientos quirúrgicos y 14,4 millones de noquirúrgicos.
Para el caso de Colombia, los más demandados fueron la toxina botulínica con 37,6% del total del mercado, el ácido hialurónico, 29,6% y la depilación con 13,6% de las intervenciones.
“En el contexto mundial, existe una megatendencia hacia los servicios y productos de salud y belleza. Los colombianos participan en ella”, comentó Camilo Fernández, CEO y fundador de Promo/estética.
En el caso de la compañía, que maneja un flujo de 4.500 citas mensuales, la demanda por parte de pacientes hombres se ha incrementado notoriamente al pasar de 5% en 2020 a 15% en la actualidad.
Otra tendencia que ha tomado fuerza tanto en consumidores hombres como mujeres son las manicuras poco convencionales, con colores, formas y hasta texturas como una extensión más de la personalidad.
Técnicas como el acrílico o el techgel son las más demandadas y dependiendo el diseño y largo pueden costar $50.000, $200.000 o más.
Finalmente, la sonrisa como un accesorio más, también ha vuelto al ruedo con una mayor flexibilización en el uso del tapabocas. Por lo que incrustaciones de oro o diamantes parece ser una moda en auge.
Jenny Villada, odontóloga con máster en odontología estética señaló que este tipo de intervenciones se han popularizado principalmente en jóvenes y su precio puede estar entre US$500 o US$700 dependiendo el material.
“Es una tendencia que se está trabajando tanto con artistas como con gente del común. Para los diamantes, se pone un pequeño punto sobre el diente o la carilla del diseño de sonrisa y en el caso de la incrustación en oro se usa con laminados delgados que se cementan sobre la superficie del diente”, explicó la odontóloga.
La recomendación antes de realizarse cualquier tipo de intervención es siempre acudir a donde un especialista para evitar riesgos de salud.
Fuente: La Republica
