Petróleo por encima de US$90, ¿qué se viene para Colombia?

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Los precios del petróleo continuaron subiendo el último día hábil de la semana, impulsando al barril de Brent por encima de los US$90 nuevamente, ante las crecientes tensiones geopolíticas en Ucrania y Rusia que aún representan riesgo para el suministro de crudo.

El precio del barril de Brent del Mar del Norte para entrega en marzo ganó un 0,77% hasta los US$90,03, su nivel más alto desde octubre de 2014. 

En Nueva York, el barril de West Texas Intermediate (WTI) para entrega en el mismo mes terminó en 0,24% a US$86,82. Los mercados petroleros mundiales extendieron su carrera al alza y volvieron a subir a máximos de siete años ante las tensiones militares y el suministro más ajustado. 

Tanto el Brent como el WTI recuperaron el viernes rápidamente sus pérdidas, “que de todos modos fueron menores”, comentó Carsten Fritsch, analista de Commerzbank. 

Para Colombia, y lejos de los temores de contar con un barril de Petróleo por debajo de los US$80 para este año, la creciente demanda del crudo, impulsada por la reactivación económica y las pocas restricciones que se han impuesto a nivel mundial, han catapultado el barril de petróleo a sus máximos en más de un lustro.

Adicionalmente, con un dólar cercano a los $4.000, las finanzas del país ven un respiro, pues estarían entrando recursos adicionales, con los que no se contaban y que ayudarán a enderezar las cuentas nacionales.

Según las últimas cifras, el país produce, en promedio, cerca de 735 mil barriles por día (bpd), lo que se estima en una renta diaria de algo más de US$66 millones. Por cada dólar que suba el barril de petróleo, el país percibiría alrededor de US$130 millones adicionales.

Una cifra importante, pero que, como lo comentó Francisco José Lloreda, presidente de la Asociación Colombiana de Petróleo, en una charla reciente con EL NUEVO SIGLO, estos buenos precios toman al país con una producción más baja que en años reciente. “Los precios del petróleo a nivel internacional se han recuperado, esto se debe a dos factores: el primero pues a que hay una demanda creciente de energía a nivel internacional dada la reactivación económica que se está dando en el mundo entero, que demanda más energía y más petróleo. Lo segundo es que en Colombia nos llega este incremento en precios con la producción más baja que hemos tenido desde hace unos años. Es decir, la subida de precios del petróleo nos cogió con baja producción en Colombia, porque estuvimos con 730 mil barriles diarios y lo ideal hubiese sido que esta recuperación en los precios nos hubiera llegado cuando teníamos una producción más alta”.


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Según la ACP, la inversión en producción en 2022 estaría en alrededor US$3.270 millones, lo que ayudaría a que la producción subiera hasta los 750 mil o 760 mil0 barriles por día, lo que se transforma en una renta extra.

Además, la combinación entre el valor de barril de crudo y la Tasa Representativa del Mercado, hacen que el precio que reciba la nación por cuenta del barril de petróleo sea la más alta de la historia, cerca de $350 mil millones por unidad.

Orlando Santiago Jácome, gerente de Fénix Valor, explicó que para “cualquier país que tenga dentro de sus líneas de exportación el petróleo, pues por supuesto que será positivo”.

Si las cuentas siguen de esta manera, el próximo presidente tendrá dentro de sus cuentas un superávit con el que los últimos gobiernos no contaron, luego de la caída del precio del combustible en el año 2014.

Eso traerá un alivio fiscal para la nación. “Para cualquier país exportador de petróleo y que tenga una dependencia ligera de sus ingresos fiscales a partir de esta materia prima, pues por supuesto que es una noticia positiva y que le viene muy bien a Colombia para arrancar este 2022 económicamente con el pie derecho”, señaló el analista económico.

Estos precios que no se veían desde inicios de 2014, podrían, sin duda alguna, ayudar a mermar el impacto económico que generó la pandemia del covid-19, además de aportar  al crecimiento de la economía en la senda prevista, antes de la llegada de la emergencia sanitaria.

De igual manera, aliviará significativamente la deuda que ha adquirido el gobierno y permitirá realizar mayores inversiones.

Los temores de un estallido de las tensiones geopolíticas ya han barrido los factores bajistas. 

La continua incertidumbre en torno a la crisis de Ucrania podría poner en peligro una parte significativa de los flujos de petróleo rusos si se rompen las conversaciones diplomáticas y se materializan las sanciones a la exportación de energía. 

La próxima semana, los inversores también volverán su mirada hacia la siguiente reunión de la OPEP+ (Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus socios), prevista para el miércoles. “No debería sacudir los mercados, con un aumento adicional de 400 mil barriles por día para marzo ya bien informado”, dijo Han Tan, analista de Exinity.

 

Gas, el otro gran interrogante

De otro lado, Estados Unidos y la Unión Europea afirmaron que están trabajando para conseguir fuentes alternativas de gas natural para Europa para hacer frente a una posible retaliación de Rusia, principal proveedor de gas de la región, frente a sanciones por una eventual invasión a Ucrania.

Esto no solo agrandaría el apetito por el gas, sino que además impulsaría con mayor fuerza la subida del precio del petróleo. De forma que los hidrocarburos mandarían la parada de la energía en las próximas semanas.

“Estados Unidos y la UE trabajan conjuntamente para asegurar un continuo, suficiente y oportuno suministro de gas a la UE a través de diferentes fuentes en el mundo para evitar perturbaciones en el aprovisionamiento”, dice un comunicado conjunto del presidente estadounidense Joe Biden y la jefa de la Unión Europea, Ursula von der Leyen.

Entre las perturbaciones esperables “están incluidas aquellas que pudieran resultar de una eventual invasión rusa a Ucrania”, explicaron.

“Estados Unidos ya es el principal proveedor de gas natural licuado a la UE. Colaboramos con los gobiernos y los operadores del mercado para lograr el aprovisionamiento de volúmenes adicionales de gas natural a Europa desde diversas fuentes alrededor del mundo”, agrega el texto.

También afirman que esos esfuerzos ya “han comenzado” y continuarán en una reunión entre estadounidenses y europeos sobre el tema el 7 de febrero.

 

Recuadro

Los suministros

Los occidentales acusan a Moscú de preparar una potencial ofensiva contra Ucrania y amenazan con sanciones sin precedentes si esta se ejecuta. Washington ha afirmado especialmente que el gasoducto Nord Stream 2 entre Rusia y Alemania, ya completado pero aún no operativo, no sería activado en caso de ataque.

Pero estadounidenses y europeos temen que el Kremlin, en posible represalia, reduzca drásticamente el suministro de hidrocarburos a Europa, vital para muchos países.

En la declaración, Biden y von der Leyen dicen que también “comparten el objetivo de asegurar la seguridad energética de Ucrania y la integración progresiva de Ucrania a los mercados de gas y electricidad de la UE”.

Y destacan que los “desafíos actuales” vinculados a la amenaza de conflicto en Europa resaltan la necesidad de “acelerar” la transición a “energías limpias”.

“Llamamos a los principales países productores de energía a unirse a nosotros para garantizar que los mercados energéticos mundiales permanezcan estables y bien abastecidos”, concluyen.

Fuente: El Nuevo Siglo