Una de las críticas más fuertes que se hicieron frente a la expedición del Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de Bogotá, a través de un decreto firmado por la alcaldesa Claudia López, tuvo que ver con la falta de una discusión más amplia sobre algunos puntos y un consenso en el Concejo de Bogotá por lo que muchos calificaron la decisión como “arbitraria”.
(‘Bogotá, por fin, tiene un nuevo POT’, Claudia López).
A esta polémica se sumó la fuerte oposición que la alcaldesa había hecho, en su momento, a Enrique Peñalosa ante la posibilidad de que él optara por expedir el POT por decreto cuando era alcalde de la ciudad, lo que le ha valido una lluvia de críticas por su actitud y lo que algunos llamaron “falta de coherencia“.
Lo cierto es que la ley faculta a Claudia López para expedir el POT por decreto, algo que en su momento no podían hacer sus antecesores, Enrique Peñalosa y Gustavo Petro, ex alcaldes de Bogotá a quienes se les hundió la iniciativa.
“El POT se ha discutido por 10 años y 3 alcaldías. El Concejo negó las propuestas presentadas por las administraciones de Petro y Peñalosa. En cambio nuestro POT tuvo 3 ponencias positivas. Vencido el plazo para su discusión lo adoptamos por decreto, facultad que nos da la ley”, dijo la alcaldesa durante la rueda de prensa en la que dio a conocer su decisión y las bases del plan.
(Se expidió el decreto del POT de Bogotá: así reaccionan los sectores).
Según Dario Hidalgo, PhD y experto en movilidad y temas de Bogotá, Claudia López tenía la facultad de decretar el POT porque al Concejo de Bogotá se le agotaron los 90 días para que votara el proyecto con algunas modificaciones al texto inicial, que en su conjunto ya había tenido ponencias positivas.
“Este era el tercer POT que se presentó al Concejo y que no aprobó. Sin embargo, en los dos casos anteriores, el Concejo lo negó. En la administración de Gustavo Petro y en la de Enrique Peñalosa se debatió en Comisión de Planeación y la Comisión votó negativamente. Bajo esa condición no se podían decretar, algo que no pasó con el POT de Claudia López que sí tuvo ponencias positivas y se agotaron los 90 días para hacer modificaciones y votación”, señala Hidalgo.
Sin embargo el experto considera que si bien la decisión está bajo la sombrilla de la ley, esta deja un mal sabor porque la misma Claudia López había promovido que era mejor un POT por acuerdo del Concejo y no uno por decreto.
HAY ACUERDOS
Otra de las diferencias entre el POT de López y los de Peñalosa y Petro es que el primero, además de las ponencias positivas, había logrado un acuerdo de concertación directo entre el Concejo y la administración, que permitió que casi la totalidad del articulado de POT tuviera un porcentaje alto de concertación. Sin embargo, la falta de tiempo no permitió el debate y la mandataria optó por el decreto.
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López se sumó así a la lista de alcaldes que expidieron el POT por decreto, como lo habían hecho el mismo Peñalosa, en el año 2000; Antanas Mockus, en el 2003; y Lucho Garzón, en el 2004.
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Fuente: Portafolio