A 8 días de la invasión, Rusia dice que negociaría cese el fuego

Comparte la información


EN medio del recrudecimiento de su ofensiva contra varias ciudades ucranianas, entre ellas la capital Kiev, la apertura de una investigación de la Corte Penal Internacional por presuntos crímenes de guerra y la asfixia que empieza a sentir su economía, Rusia se dijo dispuesta a retomar hoy la mesa de negociación con Ucrania.

A ocho meses exactos de invadir al país vecino, desatando una guerra tan premeditada como no justificada, tal cual lo han reseñado líderes mundiales, el Kremlin informó que discutirá un cese el fuego. El anuncio se dio horas después de que el canciller ucraniano, Dmytro Kuleba conversara con su par chino, Wang Yi para solicitar la mediación de ese país para poner fin al conflicto con Rusia.

El comunicado oficial del Ministerio de Exteriores chino sobre dicha conversación, que fue publicado por la agencia Xinhua, reseña que Kuleba destacó que “China ha desempeñado un papel constructivo en la cuestión ucraniana. Ucrania está dispuesta a fortalecer la comunicación con China y desea la mediación de China para alcanzar un alto el fuego”.

“Poner fin a la guerra es la prioridad para la parte ucraniana y estamos tranquilos, abiertos a negociar una solución. Aunque la negociación no avanza sin problemas estamos dispuestos a seguir con ella. También a fortalecer la comunicación con China. Esperamos la mediación de China para alcanzar un alto el fuego”, dijo Kuleba, según el comunicado.

Por su parte Wang Yi trasladó a su homólogo ucraniano la disposición de Pekín para trabajar en favor del final de la guerra y “reafirmó el inquebrantable apoyo de China a la soberanía y la integridad territorial de Ucrania”.

Pekín está dispuesto a “hacer todo lo posible para terminar la guerra en Ucrania mediante la diplomacia”, para lo cual Wang ha recordado que China es un miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU.

Por su parte, el portavoz de dicho Ministerio, Wang Wenbin, señaló que “China siempre apoya y alienta todos los esfuerzos diplomáticos que conduzcan a la solución pacífica de la crisis de Ucrania, y damos la bienvenida al inicio de las negociaciones pacíficas por parte de Rusia y Ucrania.”

El gobierno ucraniano anticipó que no aceptará ningún “ultimátum” en las negociaciones cuya segunda ronda debe tener lugar hoy en la zona fronteriza de Bielorrusia.

Sobre el terreno, ayer en el séptimo día de ofensiva militar, Rusia reivindicó la captura de la ciudad portuaria de Jersón (lo que anoche fue confirmado por funcionarios ucranianos), mantuvo los ataques contra Jákrov y concentró artillería cerca de Kiev, haciendo temer un asalto inminente sobre la capital.

“El enemigo está acercando sus fuerzas a la capital”, dijo el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, pero “Kiev resiste y resistirá. Nosotros vamos a pelear”, prometió el carismático exboxeador.

Periodistas de la AFP reportaron daños provocados por presuntos bombardeos rusos contra edificios de los servicios de seguridad y una universidad de Járkov, la segunda mayor ciudad del país, y en zonas residenciales de Zhytomyr (a 150 km de Kiev).

Las tropas rusas toparon con una encarnizada resistencia en su avance en suelo ucraniano, donde miles de voluntarios han tomado las armas para defender la soberanía e integridad de su país, en un acto de valentía que fue reconocido por el presidente estadounidense Joe Biden en su primer discurso sobre el estado de la Unión.

Estados Unidos denunció anoche que Moscú transporta municiones de racimo y otras armas letales a Ucrania y que el saldo de pérdidas de vidas es “impactante”.

El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, afirmó en la antesala de su viaje a Europa del Este para reforzar el apoyo de su país a Ucrania, que “cientos, si no miles, de civiles han resultado muertos o heridos”,

Rusia ha lanzado ataques contra edificios y ciudades que “no son objetivos militares”, dijo, y añadió que “las consecuencias humanitarias aumentarán en los próximos días”.

A ello hay que sumar que, en esta primera de invasión, alrededor de 900 mil personas se vieron forzadas al exilio, siendo acogidos en Polonia, Rumania, Moldavia y otras naciones vecinas.

El balance oficial pero también preliminar ucraniano es de 350 muertos, incluyendo 14 niños, desde el inicio de la ofensiva. La OSCE denunció la muerte de una observadora suya en el terreno en uno de los bombardeos.

“Maryna Fenina, miembro nacional de la Misión Especial de Vigilancia de la OSCE en Ucrania (SMM) falleció en un bombardeo en Járkov el 1 de marzo” cuando “iba a comprar provisiones para su familia en una ciudad que se ha convertido en zona de guerra”, afirmó la organización en su web.

El ejército ruso indicó, en su primer balance oficial, que perdió 498 soldados y que otros 1.597 resultaron heridos.

Un funcionario del Pentágono que pidió el anonimato también advirtió que “prevén un aumento de los ataques de artillería” a medida que las fuerzas rusas intentan rodear las ciudades ucranianas. 

Pero “lo que nos preocupa es que al ser más agresivos, se vuelven menos precisos y menos selectivos” en sus ataques de artillería, agregó. 

Tras ordenar la invasión el pasado 24 de febrero, Putin puso el sábado en alerta de sus fuerzas nucleares, disparando las alarmas mundiales. Y, ayer, el canciller Sergei Lavrov aseguró en declaraciones a la televisión catarí Al Jazeera que el presidente estadounidense, Joe Biden, “tiene experiencia y sabe que no hay alternativa a las sanciones, sino la guerra mundial”.

Agregó que “la Tercera Guerra Mundial sería una guerra nuclear devastadora”,

El secretario Blinken calificó esa retórica nuclear “provocadora” de Rusia como “peligrosa e irresponsable, que aumenta el riesgo de errores de cálculo y debe evitarse”.

Entre tanto, la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, acusó a Rusia de desplegar bombas de racimo y otras armas prohibidas por la Convención de Ginebra en su ofensiva en Ucrania.

De otra parte, se informó que tanto la Unión Europea como la Otan continuaron los envíos de armas y municiones a Ucrania, aunque dejaron claro que no intervendrán directamente en el conflicto.

“En el futuro, Rusia será un paria y es difícil ver cómo puedan restaurar algo parecido a las interacciones normales en el sistema internacional”, dijo Sarah Kreps, profesora de la Universidad de Cornell.

A medida que aumenta la cifra de civiles muertos por el conflicto, crece la oposición a la guerra dentro de la propia Rusia, donde miles de personas fueron detenidas ayer por participar en marchas pacifistas.

 

Investigación de la CPI

Ante los calificativos de ‘genocidio’ y denuncias de ataques indiscriminados afectando a la población civil, el fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI) anunció la apertura de una investigación sobre presuntos crímenes de guerra cometidos en Ucrania.

“Acabo de notificar a la Presidencia de la CPI mi decisión de proceder inmediatamente a investigaciones activas sobre la situación en Ucrania”, escribió el fiscal, Karim Khan.

“Nuestro trabajo de recopilar pruebas ya ha comenzado”, añadió.

Su oficina recibió el respaldo de 39 países que incluyen todos los integrantes de la Unión Europea, Reino Unido, Albania, Australia, Canadá, Nueva Zelanda, Suiza y varios países latinoamericanos como Colombia y Costa Rica.

Khan había anunciado el lunes que abría una investigación por presuntos de guerra cometidos por Rusia en su invasión de Ucrania lanzada la semana anterior.

El fiscal aseguró que veía “una base razonable” para creer que en Ucrania se habían cometido crímenes que podían ser de su jurisdicción.

Pero antes de proceder a su investigación, el fiscal necesitaba la aprobación de los jueces del tribunal en La Haya. Sin embargo, el respaldo de estos países de la CPI le permite seguir adelante sin la luz verde de los jueces.

Esto “permite a mi oficina proceder a abrir una investigación en la situación de Ucrania desde el 21 de noviembre de 2013 hacia adelante”, dijo el fiscal británico.

Esto incluirá “cualquier acusación pasada y presente de crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad o genocidio cometida en cualquier parte del territorio de Ucrania por cualquier persona”, explicó.

Khan, nombrado fiscal de la CPI recientemente, señaló que su investigación se llevará a cabo de forma “objetiva e independiente” y se centrará “en asegurar el rendimiento de cuentas por los crímenes que caigan en la jurisdicción de la CPI”.

Horas antes el presidente Joe Biden había manifestado que “está claro” que Rusia ataca a civiles ucranianos de forma intencionada, pero remarcó que “es demasiado pronto” para acusarla de crímenes de guerra

Fuente: El Nuevo Siglo