El jefe del Estado Mayor de Rusia, Valeri Guerásimov, llegó hoy a Bielorrusia para presidir las maniobras militares “Determinación aliada-2022”, que arrancan el jueves y han despertado inquietud en la vecina Ucrania y en la OTAN, que acusan a Moscú de preparar una invasión.
Según informó el Ministerio de Defensa ruso, los ejercicios son “la fase final” en la comprobación del estado operativo de las tropas de reacción rápida, que comenzó en enero y fue ordenada por los presidentes ruso, Vladímir Putin, y bielorruso, Alexandr Lukashenko.
Durante las maniobras se escenificarán operaciones de defensa de la Unión Estatal Rusia-Bielorrusia contra una agresión exterior y también acciones de lucha antiterrorista.
La nota castrense anunció hoy también el despliegue de los sistemas de defensa antiaérea de largo alcance S-400 en un polígono militar en la región de Brest, limítrofe con Ucrania y Polonia.
Estas baterías, que necesitan menos de cinco minutos para entrar en servicio, tienen un alcance de hasta 400 kilómetros.
En otros polígonos bielorrusos transcurrieron hoy los preparativos para los ejercicios con participación de la aviación, piezas de artillería, drones y tanques.
Rusia ha reconocido la participación de un escuadrón de cazas Su-25CM, que tienen su base habitual en el Lejano Oriente, y una docena de aviones de asalto de cuarta generación Su-35.
La Casa Blanca denunció que Rusia ha desplegado ya 5.000 soldados rusos en la frontera entre Ucrania y Bielorrusia, y que planea incrementar esa cifra hasta los 30.000 hombres.
Por su parte, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, advirtió de que Rusia lleva a cabo su “mayor” despliegue militar en Bielorrusia desde la Guerra Fría.
Dicho despliegue incluiría los temidos misiles tácticos Iskander, capaces de superar el escudo antimisiles estadounidense, aunque el Ministerio de Defensa no ha informado de ello. EFE
Fuente: Cablenoticias