El impacto del conflicto en Ucrania sobre la economía de Estados Unidos es “muy incierto” y el banco central tendrá que adaptarse rápidamente para garantizar la recuperación pospandémica, dijo el miércoles el presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell.
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Con los precios subiendo a un ritmo sin precedentes en cuatro décadas y el petróleo por encima de los 100 dólares el barril, el presidente de la Fed repitió que el organismo está dispuesto a subir los tipos de interés para frenar la inflación.
Sin embargo, “los efectos a corto plazo sobre la economía estadounidense de la invasión de Ucrania, la guerra en curso, las sanciones y los acontecimientos que se avecinan, siguen siendo muy inciertos”, sostuvo Powell en su declaración semestral ante el Congreso. “Seguiremos de cerca la situación”.
Los miembros de la Fed han indicado en los últimos días que podrían ser más cautelosos a la hora de subir las tasas de referencia por temor a enfriar la economía.
Mientras que el aumento de los precios del petróleo podría impulsar la inflación, las sanciones a Rusia por la invasión y otros efectos secundarios del conflicto podrían frenar la recuperación económica.
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Para establecer la política monetaria en el entorno actual hay que “reconocer que la economía evoluciona de forma incierta”, argumentó Powell. “Tendremos que ser ágiles para responder a los datos entrantes y a la evolución de las perspectivas”, advirtió.
OBJETIVO: UNA “LARGA EXPANSIÓN”
Powell dijo el miércoles ante la Comisión de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes que el objetivo del banco central es “promover una larga expansión” para garantizar que toda la sociedad se beneficie del crecimiento de la economía.
Pero “la alta inflación impone dificultades significativas” a los estadounidenses, y la Fed utilizará todas sus herramientas para asegurar que esta tendencia no se vuelva crónica, reiteró.
Las altas tasas de inflación han sido impulsadas en gran parte por los cuellos de botella en las cadenas de suministros, que “han sido más grandes y duraderos de lo previsto”.
La Fed espera que la inflación “disminuya en el transcurso del año a medida que se alivien las restricciones de la oferta”, aunque dice estar “atenta a los riesgos de una potencial presión alcista adicional” sobre los precios.
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Además de la subida del precio del crudo, es previsible que otras materias primas, como el trigo, se encarezcan por la guerra.
La Fed redujo la tasa de interés de referencia a cero al comienzo de la pandemia para estimular el consumo y la inversión, e inundó el sistema financiero con dinero en efectivo en un esfuerzo por evitar una grave recesión. Junto con los grandes paquetes de gasto federal, esos esfuerzos tuvieron éxito.
La economía estadounidense se recuperó rápidamente, con un crecimiento del 5,7% en 2021.
Pero la alta demanda, los cuellos de botella en las cadenas de suministro y la escasez de mano de obra han impulsado el índice de inflación usado por la Fed hasta el 6,1% interanual en enero, muy por encima del objetivo del organismo del 2%.
Además de los problemas de suministro, las empresas aseguran que tienen dificultades para contratar suficientes trabajadores para aumentar la producción y satisfacer la alta demanda.
“El mercado laboral está extremadamente ajustado”, dijo Powell, a pesar de un desempleo de 4%, cercano al mínimo de 3,5% previo a la pandemia.
Además “un número sin precedentes de trabajadores está dejando de trabajar para aceptar nuevos empleos, y los salarios están aumentando a su ritmo más rápido en muchos años”, resumió.
AFP
Fuente: Portafolio