¿Qué tan dispuestos a ceder y cuándo lo harán Biden y Putin?

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CON la escalada de hostilidades en la línea del frente que separa el territorio ucraniano de las zonas controladas por los rebeldes prorrusos en Ucrania, los presidentes Joe Biden y Vladimir Putin reiteraron su disposición a dialogar -inclusive directamente- pero sin definir quién, cuándo y cómo se dará ese ineludible primer paso.

Tras cuatro días de explosiones, disparos, evacuación de civiles y llamado al alistamiento militar en la región en conflicto, tildadas de ‘provocaciones’ por el Kremlin y un ‘libreto ruso’ por Estados Unidos, se intensificaron los contactos diplomáticos para activar el estado prebélico y el presidente norteamericano se dijo estar dispuesto a reunirse “en cualquier momento y cualquier formato” con Putin para evitar una guerra.

Las exigentes demandas rusas, un abierto desafío a la Otan porque se centran en negociar un nuevo esquema de seguridad europeo, han recibido un portazo de Occidente, con Estados Unidos a la cabeza. Sin embargo, hay consenso en Occidente para lograr puntos de encuentro sobre ese vital tema geopolítico y que implican una negociación tan compleja como larga. De allí la duda de hasta dónde están las partes dispuestas a ceder.

Pero para llegar a ese escenario es necesario poner fin a la actual escalada y a lo que en términos del póker se conoce como “blufeo o blofeo”, palabra inglesa que se define como una acción o “montaje destinado a impresionar pero que posteriormente se revela falso”. Lo que en el caso se traduce en la demostración rusa de fuerza con sus ejercicios militares en las fronteras y el avivamiento del teatro de operaciones en la región de Donbás con su apoyo a los separatistas, lo que ha sido respondido por Occidente tanto con esfuerzo diplomático para una solución pacífica como con la advertencia de un paquete de duras sanciones si estalla una guerra.

Estos fueron los hechos, militares y políticos, de este domingo que mantienen la tensión en su pico más alto:  

1. Biden pide reunión a Putin. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a través de su secretario de Estado, Anthony Blinken, comunicó estar dispuesto a reunirse con Vladimir Putin, “en cualquier momento, en cualquier formato, si eso puede ayudar a evitar una guerra”.  El funcionario dijo aunque “todo lo que estamos viendo sugiere que esto es muy serio y que estamos al borde de una invasión”, reiteró que aún existe espacio para buscar una salida pacífica. “Hasta que los tanques realmente estén rodando y los aviones volando, aprovecharemos cada oportunidad y cada minuto que tengamos para ver si la diplomacia aún puede disuadir al presidente Putin de llevar esto adelante”. Insistió en que la nueva escalada en el este ucraniano evidencia, como lo denunció en la ONU, que se “está siguiendo el guion ruso casi al pie de la letra para crear una serie de provocaciones que justifiquen una agresión contra Ucrania”

2. “Provocaciones” de Kiev. La escalada en los combates de los separatistas en la región de Donbás las atribuyó el presidente ruso, Vladimir Putin, a “provocaciones” del gobierno de Ucrania. En conversación telefónica son u par francés, Emmanuel Macron, reiteró que quiere “intensificar” los esfuerzos diplomáticos para resolver el conflicto, pero dejó en claro que para ello la Otan y Estados Unidos deben “tomar en serio” las exigencias de seguridad” que ha hecho su país y “respondan de forma concreta y sustancial”. Agregó que las entregas occidentales de armas y municiones modernas a las fuerzas ucranianas estaban “empujando a Kiev hacia una solución militar” en su conflicto con los separatistas prorrusos, que empezó en 2014, al tiempo que dijo que era urgente restablecer el alto al fuego.

3. Restablecer alto al fuego. Macron y Putin acordaron un esfuerzo de emergencia para reimponer el alto el fuego en el este de Ucrania y poner fin al grave repunte de los combates entre el Ejército ucraniano y las repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk. Para ello convocaron a una reunión especial del Grupo de Contacto Trilateral (Ucrania, Rusia, OSCE) y con miras a una pronta resolución del conflicto, apelar al formato del Cuarteto de Normandía que conforman Francia, Ucrania, Rusia y Alemania. De antemano, el mandatario ucraniano, Volodimir Zelenski había pedido a Macron abogar por el cese de hostilidades e intensificar las gestiones en pro de la paz. De otra parte, el mandatario galo anticipó que comenzará una intensa labor diplomática “para celebrar, si se dan las condiciones, a una reunión al más alto nivel con vistas a definir un nuevo orden de paz y seguridad en Europa” que, como reseñamos es la mayor exigencia del Kremlin.

4. Llamado de China. En un segundo inusual pronunciamiento en menos de una semana, China dijo que las “preocupaciones razonables” de Rusia sobre su seguridad y Ucrania deben “ser respetadas”, al tiempo que abogó por el mantenimiento de la soberanía y la integridad territorial del país. A través de su canciller, Pekín sostuvo que los acuerdos de Minsk deben ser la ‘hoja de ruta’ y pidió a Kiev no convertirse en línea de un enfrentamiento entre las principales potencias. Pero también envió un velado mensaje a Estados Unidos al hablar de una “cierta gran potencia” que está “reviviendo la mentalidad de la guerra fría y avivando la confrontación entre bloques” tras “aplicar deliberadamente sanciones unilaterales”, como las impuestas por Washington contra Moscú en las últimas semanas, las que argumentó “socavan el estado de derecho internacional y glorifican la hegemonía y la intimidación”.

5. 1.500 violaciones del alto el fuego. La Misión Especial de Observadores de la OSCE para Ucrania sostuvo que el viernes se registraron 1.500 violaciones del alto el fuego en el este ucraniano, la cifra más alta en lo corrido del año. “En la región de Lugansk la misión ha detectado 975 violaciones del alto el fuego, incluidas 860 explosiones”, indicó la misión, mientras que en la región de Donetsk “ha registrado 591 violaciones de la tregua, incluidas 553 explosiones”. Además, informó de un civil herido en la parte de Donetsk controlada por las fuerzas gubernamentales, que denunciaron un incremento drástico de las violaciones del armisticio. El sábado se comunicó la muerte de dos militares por impactos de obuses. Por su parte los rebeldes prorrusos de la zona en conflicto denunciaron bombardeo con armamento pesado que, de comprobarse sería una violación de las medidas adicionales acordadas en 2020 para reforzar el alto el fuego.

6. Alistamiento militar. Las autoridades de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk anunciaron el estado de movilización general que impone la activación de todos los reservistas y la transformación de la economía con vistas a un conflicto armado. “Insto a mis compatriotas que están en la reserva a que acudan a las oficinas de registro y alistamiento militar”, declaró el líder de la República Popular de Donetsk, Denis Pushilin, en una declaración grabada y conocida minutos después que hiciera lo propio el líder de su vecina y también autoproclamada república popular de Lugansk, Leonid Pásechnik. Entre tanto ayer seguía el desplazamiento de los civiles de la zona hacia el lado de la frontera rusa, a Rostov. Unos 35.000 residentes de Lugansk ya han comenzado la evacuación mientras que de Donetsk han salido 6.603 personas, incluidos 2.436 niños.

7. Tensión política en Bielorrusia. Los ejercicios militares conjuntos con Rusia, que ayer el presidente Alexander Lukashenko y Putin decidieron prorrogar con la justificación del “agravamiento de la situación en Donbás”, generó el rechazo de la oposición, confinada al exilio. La principal dirigente de la misma, Svetlana Tijanóvskaya, denunció que la presencia de las tropas rusas en el país “viola la Constitución y el derecho internacional y pone en peligro la seguridad de Bielorrusia y toda la región”. La dirigente política acusó al presidente de haber “pagado el apoyo del Kremlin con la soberanía” de su país y sostuvo que el mismo no puede “encontrarse envuelta en una guerra ajena y transformarse en una nación agresora”.  Las potencias occidentales sospechan que Bielorrusia, férrea aliada de Moscú, tiene muchas posibilidades de convertirse en la punta de lanza de una posible invasión rusa de Ucrania. Las maniobras, llamadas Resolución Aliada 2022, comenzaron hace diez días y acaban de prorrogarse, por término indefinido.

 

 

Fuente: El Nuevo Siglo