El diálogo estratégico mantenido este lunes por EE. UU. y Rusia, con la crisis ucraniana de fondo, finalizó con posturas aún muy enfrentadas, ya que Moscú pide a Washington y la Otan que retrocedan en el oriente europeo mientras la diplomacia norteamericana defiende que nadie puede exigir a otros países con quién aliarse.
Las delegaciones, con altos representantes de asuntos externos, defensa y control de armamento, entre otras carteras, mantuvieron un largo encuentro de unas nueve horas en la Embajada de EE. UU. ante la ONU en Ginebra (Suiza), que fue calificado por la parte rusa como una reunión “sin eufemismos ni intentos de evitar temas delicados“.
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La delegación de Rusia, encabezada por el viceministro de Exteriores Serguéi Riabkov, reiteró en el diálogo la petición de que la Otan se comprometa a no expandirse a zonas de la antigua órbita soviética, ni desplegar futuro armamento capaz de llegar a suelo ruso.
RUSIA QUIERE CAMBIAR LAS REGLAS DEL JUEGO
“La situación no puede continuar como en décadas pasadas“, aseguró el “número dos” de la diplomacia rusa, quien añadió que es la Otan la que debe dar los primeros pasos de “repliegue” tras haber avanzado en Europa Oriental con sus ampliaciones de miembros en 1999 y 2004 (que incluyeron las tres repúblicas bálticas).
La delegación estadounidense, con la subsecretaria de Estado Wendy Sherman a la cabeza, no se mostró abiertamente contraria a las propuestas rusas, pero sí advirtió que Moscú no puede exigir a países como Ucrania que den la espalda a la Otan o a la actual ayuda estadounidense en materia de seguridad.
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“Un país no puede cambiar la frontera de otro por la fuerza, dictar los términos de terceros países o prohibirles tener alianzas“, advirtió Sherman en la rueda de prensa telefónica posterior a las reuniones.
Frente a las peticiones a largo plazo de Rusia, Sherman aseguró que Moscú “debe tomar pasos concretos hacia la desescalada de tensiones“, después de haberlas aumentado en los últimos meses con su despliegue de miles tropas en la frontera con Ucrania.
EE. UU. CULPA A RUSIA DE LA ACTUAL CRISIS
“Rusia invadió Ucrania en 2014, alimenta una guerra civil en la parte oriental de ese país, y sus acciones actuales han creado una nueva crisis para toda Europa“, alertó la subsecretaria de Estado.
Sherman dio a entender que de las peticiones rusas la que más avances podría obtener es la relativa a una reducción de las maniobras en zonas “fronterizas” entre los países de la Alianza Atlántica y los de la órbita exsoviética, aunque insistió en que tal repliegue debería ser recíproco.
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Respecto a las propuestas rusas de reducción de armamento nuclear y no nuclear en suelo europeo, Sherman afirmó que se necesitan “debates más profundos sobre la cuestión” y subrayó que decisiones en este sentido “no pueden concluirse en cuestión de días, ni siquiera de semanas“.
Riabkov negó, por su parte, que Rusia esté utilizando la presión a Ucrania como carta para que sus peticiones sean más escuchadas por la Otan y EE. UU., asegurando que no hay planes de atacar a Ucrania: “Las tropas están en nuestro territorio y no hay razón ninguna para temer una escalada“.
RUSIA ADVIERTE A LA OTAN
De todos modos, el viceministro ruso sí utilizó frases desafiantes al afirmar que “la Otan y EE. UU. podrían cometer errores que perjudicaran su propia seguridad y la del resto de Europa“.
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“Necesitamos cambios radicales en el marco de nuestras relaciones“, añadió Riabkov, quien expresó su esperanza en que las propuestas rusas se sigan analizando esta semana en las reuniones que la diplomacia rusa llevará a cabo en Bruselas y en Viena, en los marcos respectivos de la Otan y la Organización para la Seguridad y la Cooperación de Europa (Osce).
EFE
Fuente: Portafolio