Ucrania acelera planes de defensa ante una eventual ofensiva rusa

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Ucrania declaró el estado de excepción y movilizó a los reservistas ante el riesgo de que el presidente ruso Vladimir Putin, que desafía las sanciones occidentales, ordene una invasión del país.

En este contexto de tensión, el vice primer ministro ucraniano Mykailo Fyodorov informó que el país estaba sufriendo un nuevo ciberataque masivo contra sus páginas web oficiales.

Un ataque informático a gran escala contra la infraestructura estratégica de Ucrania es uno de los escenarios mencionados como presagio de una ofensiva militar.

Horas antes, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, afirmó que “el futuro de la seguridad europea” se decidiría en Ucrania, en momentos en que 150.000 soldados rusos están desplegados en sus fronteras, según informes de Estados Unidos.

Putin insistió, en una alocución con motivo del Día de los Defensores de la Patria, en que los intereses rusos “no son negociables”, aunque mencionó la posibilidad de un “diálogo directo y honesto con Occidente”. 

El martes, Putin obtuvo la autorización parlamentaria de desplegar tropas en Ucrania si fuera necesario y volvió a exigir que el gobierno ucraniano renunciase a entrar en la OTAN y que la exrepública soviética, de 14 millones de habitantes, se convirtiese en un país “desmilitarizado”.

El mandatario ruso también reconoció la soberanía de los separatistas prorrusos sobre un territorio mucho más amplio del que controlan actualmente, incrementando los temores de una incursión en zonas ahora controladas por las fuerzas ucranianas.

Ucrania respondió ordenando la movilización de reservistas de 18 a 60 años de edad y llamó a los ciudadanos ucranianos en Rusia –unas tres millones de personas, según algunas estimaciones– a salir de ese país “inmediatamente”. 

El Consejo de Seguridad de Ucrania pidió al Parlamento declarar el estado de excepción “en un plazo de 48 horas”, para “reforzar la protección” del orden público y las infraestructuras estratégicas. 

 

 Sin movimiento en el terreno

Putin mantiene el suspenso sobre sus intenciones militares. 

Tras reconocer el lunes la independencia de las “repúblicas” separatistas de Donetsk y Lugansk, la cámara alta rusa dio luz verde para el despliegue de fuerzas rusas en Ucrania.

Estas decisiones sientan las bases para una intervención a gran escala, pero hasta ahora no hay información sobre movimientos significativos de tropas. 

En Kiev, la capital de Ucrania, los habitantes no han abandonado su rutina. Pero desde el martes, cada hora en punto, los altavoces hacen sonar el himno nacional ucraniano en la enorme plaza Maidán. 

La población sigue especulando sobre posibles escenarios, desde un nuevo statu quo en los territorios separatistas hasta una guerra total entre rusos y ucranianos. 

Muchos temen que la crisis pueda desembocar en el peor conflicto en Europa desde 1945, cuando terminó la Segunda Guerra Mundial. 

Una ofensiva rusa podría generar una “nueva crisis de refugiados” con hasta cinco millones de personas desplazadas, advirtió el miércoles la embajadora estadounidense ante la ONU en Nueva York. 

Rusia ha comenzado a evacuar a su personal diplomático de Ucrania y la bandera rusa ya no ondea sobre su embajada en Kiev. Estados Unidos ya había cerrado la suya. 

Primeras sanciones

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, afirmó que el mundo se enfrenta a “un momento de peligro” y denunció las “violaciones de la integridad territorial y la soberanía” de Ucrania.

La Unión Europea convocó para este jueves una cumbre, denunciando las “acciones agresivas” de Rusia, mientras que el gobierno de Estados Unidos sanciones contra la empresa encargada de operar el gasoducto Nord Stream 2, que une Rusia con Alemania.

“He ordenado a mi administración que imponga sanciones a Nord Stream 2 AG y a sus dirigentes”, informó Biden en un comunicado.

“Estas medidas forman parte de nuestra primera tanda de sanciones en respuesta a las acciones de Rusia en Ucrania”, recalcó.

Entre tanto, la ministra de Exteriores británica, Liz Truss, consideró que una invasión de Ucrania era “muy probable”, mientras que el papa Francisco lamentó los “escenarios cada vez más alarmantes” sobre ese conflicto.

Por su parte Rusia prometió una respuesta “fuerte” y “dolorosa” a las sanciones estadounidenses. 

El presidente ruso, Vladimir Putin, aseguró que está dispuesto a buscar “soluciones diplomáticas” para la actual crisis con Ucrania y Occidente, aunque insistió en que los intereses y la seguridad de su país no son negociables.

“Nuestro país está siempre abierto a un diálogo directo y honesto para encontrar soluciones diplomáticas a los problemas más complejos. No obstante, los intereses y la seguridad de nuestros ciudadanos son para nosotros no negociables”, declaró Putin en un discurso televisado por el Día del Defensor de la Patria.

Putin habló luego de que la cámara alta del Parlamento, el Consejo Federal, aprobó por unanimidad el envío de “fuerzas de paz” rusas a dos regiones separatistas ucranianas que Moscú ahora reconoce como independientes.

En el mensaje por video, Putin dijo “Continuaremos desarrollando sistemas avanzados de defensa, incluyendo de tipo hipersónico y basados en nuevos principios físicos, y expandiremos el uso de tecnologías digitales avanzadas e inteligencia artificial”, agregó.

Por su parte, la embajadora estadounidense ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, resaltó que “si Rusia continúa por este camino, podría -según nuestros estimados- crear una nueva crisis de refugiados, una de las mayores en el mundo actualmente, con hasta 5 millones más de personas desplazadas por la guerra elegida por Rusia y su presión sobre los vecinos de Ucrania”” .

Final UEFA

Un grupo de 60 diputados del Parlamento Europeo reclamó a la UEFA en una carta que considere cambiar la sede de la final de la Champions League, prevista en Rusia, para responder a las provocaciones militares rusas y el reconocimiento de las provincias rebeldes de Donetsk y Lugansk.

La iniciativa de la ‘verde’ alemana Viola von Cramon, reclama al presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, que reconsidere la opción de que Rusia organice eventos de este tipo. Concretamente, le pide que, como primer paso, cambie la sede de la final de la máxima competición continental de fútbol, prevista para el 28 de mayo en San Petersburgo.

“La UEFA debe actuar ya y no puede seguir siendo una plataforma y dando legitimidad a este régimen”, ha instado la misiva en la que los eurodiputados exigen a la UEFA romper la relación con la empresa rusa Gazprom, principal patrocinador del torneo, y que considere imponer sanciones contra funcionarios rusos implicados en la crisis ucraniana./

Fuente: El Nuevo Siglo