Aunque muchos no lo crean existió un verdadero King Kong y fue encontrado 2 años después de que se estrenó la primera película. Sorprendente, ¿no crees?
Una de las producciones cinematográficas más queridas durante años es la que estuvo guionizada por Merian C. Cooper y Edgar Wallace. Sí, esa que habla sobre un simio gigante que vive en un habitad difícil y escondido en una misericordiosa isla perdida. Esta cinta ha logrado el reconocimiento no solo de la industria del cine sino de cientos de fanáticos que hasta la fecha la disfrutan como si se hubiese estrenado ayer.
Como consecuencia, ha logrado tener nuevas adaptaciones en las que hasta le toca pelear con Godzilla, un dinosaurio mutante. Así mismo, aunque muchos no lo sabían sí existió un King Kong en la vida real.
Partes del verdadero King Kong se encontraron en una farmacia
¡Sí señores! Aunque parezca poco creíble el paleontólogo Ralph Von Koenigswald fue quien encontró los restos fósiles de un simio gigante, en nada más y nada menos que, en una farmacia. Inicialmente el experto decidió ingresar a una farmacia en China para chequear un poco sobre los fósiles que se podrían encontrar en el lugar, cabe resaltar que en mencionado país la medicina tradicional cree que los fósiles pueden brindar beneficios curativos.
En primer lugar, lo que lo dejó un poco pensativo fue encontrar un diente que se le hizo muy curioso, si bien le explicaron que era el molar de un simio, su especie no era conocida, por lo que Koenigswald se interesó no solo en hallar a quién perteneció, sino que se puso a buscar más restos de aquel primate. Tras una exhaustiva investigación, al menos antes de que se diera la Segunda Guerra Mundial, logró determinar que pertenecían a un mono gigante el cual nombró Gigantopithecus blacki. Lastimosamente como resultado de la guerra los dientes fueron enterrados en el jardín de un amigo cercano, en la isla de Java, ubicada entre Sumatra y Bali.
Nuevas investigaciones en Estados Unidos
Otro paleontólogo llamado Franz Weidenreich logró salir de la guerra con los 4 fósiles encontrados por Koenigswald, posteriormente se dio a la investigación de los restos, en el Museo Americano de Historia Natural, en New York. En este periodo determinó que los dientes eran muy parecidos a los del Homo erectus, por lo que se anticipó a decir que probablemente en la evolución humana se presentó algún tipo de gigantismo.
A pesar de esto, el hallazgo de una nueva pieza, que corresponde a la mandíbula, descartó esta teoría y le dio aún más fuerza a la de que era un mono gigante que pudo medir entre 1,8 y 3 metros de altura y su peso estuvo entre los 200 y 500 kilos. A pesar de que no da el tamaño del King Kong de las películas se sabe que hasta ahora es el primate extinto más grande.
¿Será este el primer King Kong? Déjanos tu respuesta en los comentarios y no olvides compartir esta nota con tus amigos fans de la historia.
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Fuente: Candela Estereo