CBD contra la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerativa

Comparte la información

El consumo de CBD contra los síntomas de la enfermedad de Crohn y de la colitis ulcerativa se ha extendido. ¿Realmente funciona? Aquí lo detallamos.

CBD contra la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerativa

Última actualización: 15 mayo, 2022

En los últimos años, el consumo de cannabidiol (CBD) ha despertado el interés entre quienes padecen enfermedad de Crohn y colitis ulcerativa. ¿La razón? Algunos estudios sugieren que tiene efectos positivos en el control de los síntomas y el aumento de la sensación de bienestar.

Ambos trastornos se agrupan en el llamado síndrome del intestino irritable (SII), que se caracteriza por la presencia de cólicos, diarrea o estreñimiento. Son de carácter inflamatorio y se asocian a una respuesta alterada del sistema inmunitario. De todos modos, en cada afección hay otros factores involucrados.

Mientras que la enfermedad de Crohn penetra la pared intestinal y afecta más de una sección, la colitis ulcerativa solo compromete el revestimiento interior del intestino. Sea cual sea el caso, la calidad de vida disminuye, en especial cuando los síntomas tienden a agudizarse. ¿Funciona el tratamiento con CBD?

Uso de CBD contra la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerativa

El cannabidiol (CBD) es uno de los principales compuestos de la planta Cannabis sativaAsimismo, es la sustancia a la que se le atribuyen gran parte de los efectos medicinales de esta especie.

Como lo explica un artículo compartido en National Center for Biotechnology Information, se diferencia de THC en que no presenta efectos psicoactivos. Por el contrario, hay evidencias de su actividad antiinflamatoria, analgésica, ansiolítica, antiemética y neuroprotectora.

Los estudios también han determinado que este cannabinoide tiene efectos positivos en los pacientes con enfermedad de Crohn y colitis ulcerativa. Si bien no supone un sustituto del tratamiento médico, parece prometedor como complemento para el control de los síntomas.

Una revisión divulgada en Phytotherapy Research sugiere que el CBD es un tratamiento con efectos prometedores contra las enfermedades inflamatorias del intestino. Al parecer, esto se debe a su capacidad para interactuar con el sistema endocannabinoide (ECS) del cuerpo, que a su vez influye sobre el funcionamiento normal del sistema gastrointestinal.

Las investigaciones con CBD son cada vez mayores. Su historia lleva décadas, aunque hace pocos años que adquirió estatus legal para la epilepsia refractaria, por ejemplo.


Las evidencias son limitadas

Ahora bien, como lo apunta otra revisión en Expert Review of Gastroenterology & Hepatology, las investigaciones sobre el cannabis y su potencial contra la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerativa aún están en etapas tempranas.

Según este documento, hasta ahora solo hay tres pequeños estudios controlados con placebo sobre el uso de CBD en la enfermedad de Crohn activa en humanos. De estos, solo en dos se evidenció una mejora clínica, pero en ninguno se observaron cambios relevantes en los marcadores de inflamación.

Aun así, es un tema que sigue siendo materia de estudio. Los expertos hacen hincapié en que no se pueden sacar conclusiones firmes sobre su seguridad y eficacia en el manejo de estos trastornos.

Apuntan a que son necesarios estudios más completos, que también permitan determinar las dosis y las formas de administración adecuadas.

Riesgos y efectos secundarios por el consumo de CBD

No se ha establecido una dosis óptima para el consumo de CBD en el tratamiento de la enfermedad de Crohn y de la colitis ulcerativa. Eso supone un problema, dado que impide determinar en qué rango puede ser segura para estos pacientes. En las dosis probadas, los resultados han sido mixtos.

En un ensayo clínico compartido en Inflammatory Bowel Diseases, algunos participantes no toleraron bien las dosis de 50 mg dos veces al día, de un extracto de CBD. Además, en otro estudio, un 90 % de los pacientes informaron efectos secundarios y muchos optaron por suspender el tratamiento.

De estos, la principal reacción manifestada fue el mareo. Sin embargo, se han descrito otros efectos indeseados, como la diarrea, el cansancio, cambios en el apetito y en el peso.

Y aunque los autores de varios estudios agregan que el CBD es seguro en la mayoría de los casos, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) todavía no aprueba su uso para esta patología. De hecho, advierte que puede detonar los siguientes problemas:

  • Daño hepático.
  • Interacciones medicamentosas.
  • Toxicidad reproductiva masculina.
  • Alteraciones graves del sistema nervioso cuando se toma de forma simultánea con alcohol o ciertos medicamentos.

Hay que considerar que ni el aceite de CBD ni otros productos derivados están regulados por la FDA. Esto también supone un riesgo, no solo porque no hay dosis establecidas, sino porque no hay garantías de su pureza y efectividad. 

El dolor abdominal puede alterar seriamente la calidad de vida en las enfermedades intestinales inflamatorias. Por eso la búsqueda de alternativas terapéuticas eficaces.


Presentaciones y recomendaciones de consumo de CBD

A pesar de la advertencia de los expertos sobre la falta de estudios del CBD para la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerativa, muchos pacientes se sienten atraídos por este tipo de tratamientos. Así, ha crecido de forma considerable la evidencia anecdótica sobre sus efectos.

Por ello, a diario muchos consultan en tiendas en línea y herbolarias por estos suplementos. A menudo, están disponibles en forma de pastillas y cápsulas, aceites y tinturas, lociones y cremas. Es primordial consultar las recomendaciones del fabricante para usar de forma adecuada cada uno.

Pero más allá de elegir una opción u otra, hay que tener presente que se deben continuar los tratamientos médicos. Esto abarca el uso de medicamentos, los cambios en el estilo de vida y cualquier otra terapia sugerida por el profesional.

De ser posible, hay que comentarle al médico sobre la intención de probar el CBD. No hay que pasar por alto que también pueden existir interacciones con los demás fármacos o suplementos recetados.

Fuente: Mejor Con Salud