Los posbioticos pueden ser importantes para tu salud. Mira qué son y cómo puedes aprovechar sus beneficios en tu vida.
La ciencia es dinámica y cambiante. Un descubrimiento no termina allí, ya que conlleva otro luego. Tal es el caso de los posbióticos, que se refieren a unos componentes celulares no vivos o sustancias activas que se obtienen a partir de los probióticos durante su crecimiento en el intestino.
Los conceptos hasta ahora conocidos son los de probióticos (microorganismos vivos beneficiosos para la salud), prebióticos (sustratos que estimulan el crecimiento de estas bacterias) y simbióticos (la unión de los anteriores en un mismo alimento). Ahora entran en el juego los posbióticos.
A pesar de que las investigaciones sobre ellos apenas comienzan y no se tiene muy en claro algunos aspectos, en este artículo te mostraremos la información actualizada sobre su relación con los pro y los prebióticos.
¿Qué son los posbióticos?
En el 2019, un panel de expertos definió a los posbióticos como una preparación de microorganismos inanimados o sus componentes, que confieren un beneficio para la salud del huésped.
La definición también considera que los posbióticos deben contener células o componentes microbianos inactivos, con o sin metabolitos sintetizados por la bacteria, que beneficien a la salud. En otras palabras, de una célula viva, como los probióticos, se obtienen células muertas o sus fragmentos.
El concepto acordado será de gran utilidad para la actividad futura de esta área por parte de los científicos, las industrias, los investigadores, los reguladores y los consumidores.
Componentes de los posbióticos
Los posbióticos están formados por lo siguiente:
- Células microbianas no vivas.
- Estructuras o fragmentos de las células microbianas: paredes celulares, membranas, exopolisacáridos, proteínas unidas a las paredes celulares.
- Metabolitos o productos finales: péptidos, ácidos orgánicos, enzimas, bacteriocinas, proteínas secretadas.
¿Cómo se relacionan con los probióticos, los prebióticos y los simbióticos?
Si tuviéramos que enlazar estos conceptos, iniciaríamos con los prebióticos, ya que son todos aquellos nutrientes o sustratos (como los fructooligosacáridos) que nutren a los probióticos. Este tipo de nutrientes permiten el mantenimiento y el crecimiento de las bacterias saludables para que, mediante un grupo de enzimas, puedan producir los posbióticos.
Los simbióticos son una mezcla de microorganismos vivos (probióticos) y sustrato (prebiótico). Así benefician al hospedador.
Algunos posbióticos son los péptidos, una especie de proteínas muy pequeñas. También los ácidos grasos de cadena corta o AGCC y el ácido láctico. Estos pueden impedir el crecimiento de bacterias dañinas o fomentar la proliferación de bacterias beneficiosas.
El sitio de acción de los posbióticos no solo es el intestino. También se pueden administrar directamente en la boca, la piel, el tracto urogenital y la nasofaringe.
¿Cuáles son sus beneficios para la salud?
Por ser un concepto nuevo, todavía quedan algunos vacíos sobre su mecanismo de acción para favorecer el buen estado de la salud del huésped. Sin embargo, lo que ya sabemos es alentador. Veamos.
Posible prevención o tratamiento de la COVID-19
Una revisión reciente del 2022 analizó 84 estudios desde el inicio de la pandemia. Allí refieren que los posbióticos, junto con los pro y los prebióticos, pueden promover la comunicación entre la microbiota intestinal y el sistema inmunitario. De allí que se estén considerando como adyuvantes en la prevención, el tratamiento y la modulación de la expresión bacteriana interna en pacientes con COVID-19.
Mantienen la barrera intestinal
Se cree que los posbióticos ayudan al mantenimiento de la barrera intestinal. También pueden reducir la inflamación y ayudar a combatir infecciones del sistema digestivo.
Además, se podrían usar para tratar las alergias y las enfermedades crónicas de la nutrición, como la obesidad. También podrían regular el azúcar en la sangre, mejorando el control en los pacientes diabéticos.
Pueden tratar infecciones digestivas
Algunas úlceras pueden tener como causa al Helicobacter pylori. Resulta que los posbióticos son capaces de erradicarlo.
Además, se ha comprobado que son capaces de controlar los síntomas del síndrome de intestino irritable, incluyendo la reducción del dolor y del malestar abdominal. Los hábitos intestinales alterados y la inflamación también mejoran.
Otros beneficios, como mejorar la calidad del sueño o curar infecciones de tracto respiratorio, merecen de mayores estudios para obtener resultados concluyentes. Sin embargo, los ensayos hasta ahora han sido favorecedores.
En general, a pesar de que la investigación sobre los posbióticos va bien encaminada, los investigadores son cautelosos.
¿Cómo obtener los posbióticos?
Para obtener los posbióticos hay que favorecer el desarrollo de los probióticos que dejan parte de sus células o que producen ciertos compuestos. Para esto se deben mantener los sustratos adecuados (prebióticos) para dicho crecimiento.
Entonces, ¿dónde se encuentran estos prebióticos? En el ajo, las cebollas, los espárragos y los cambures, sobre todo.
Estas fuentes alimenticias contienen un tipo de fibra que es la de los fructooligosacáridos, la cual nutre las bacterias intestinales beneficiosas. También se encuentran en la raíz de achicoria, las alcachofas de Jerusalén, la cebada, la avena, las manzanas, las legumbres, las algas, las nueces y los puerros.
Para complementar la ecuación y no quedarte solo con tu microbiota natural, puedes consumir algunos probióticos en los alimentos o como suplementos. Los alimentos fermentados no pasteurizados, como el kéfir, el miso y la kombucha son buenas fuentes de bacterias beneficiosas, sobre todo del tipo lactobacilos.
Cuando selecciones los alimentos fermentados, asegúrate aquellos sembrados con microorganismos con beneficios comprobados. Estos tienen que estar vivos, bien definidos y caracterizados.
Los alimentos prebióticos permiten estimular los probióticos y, con ellos, generar posbióticos. Sin embargo, si eres de los que prefiere los suplementos posbióticos, ten claro que este concepto es nuevo en el campo de los microorganismos saludables y falta mucho por investigar.
Hay productos que dicen favorecer la salud digestiva y la función inmunitaria, pero aún no existen suficientes evidencias que lo comprueben. Así que ten cuidado al comprar.
Todavía hay camino por recorrer
Una dieta equilibrada y variada, que incluya alimentos fuentes de prebióticos y probióticos, puede garantizar un buen desarrollo de bacterias beneficiosas en el intestino. En consecuencia, la producción de posbióticos sería favorable y se evitaría el desarrollo de ciertas enfermedades.
En caso de ser necesario, consulta con el médico sobre qué suplemento posbióticos podrías usar, la dosis y el tiempo de empleo. También es importante conocer las interacciones con los fármacos.
Fuente: Mejor Con Salud