¿Puedes entrenar si estás enfermo?

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En ocasiones, las enfermedades nos obligan a meternos en la cama sin más remedio. Pero otras veces nos sentimos con energía para realizar ejercicios. ¿Qué decisión tomar?

¿Puedes entrenar si estás enfermo?

Última actualización: 13 marzo, 2022

Cuando nos resfriamos o tenemos dolor de cabeza o de garganta, surge la siguiente pregunta: ¿qué hacemos con el entrenamiento? A veces, pese a padecer algún malestar, nos sentimos con fuerzas para realizar actividad física. Sin embargo, no solo debemos pensar en nuestro estado físico, sino también en la salud de los demás. Sigue leyendo para saber si puedes entrenar cuando estás enfermo.

En caso de síntomas leves podemos realizar ejercicios, pero no de la manera convencional. Por lo general, el trabajo con la intensidad a la que estamos acostumbrados puede agravar el cuadro.

También nos expone a riesgo de lesión, ya que nos encontramos más débiles. De todos modos, si bajamos la intensidad y acortamos el entrenamiento es posible aprovechar el tiempo y llevar a cabo algunas actividades. Por otra parte, recuerda que podrías contagiar a otras personas.

¿Cómo saber si puedo entrenar cuando estoy enfermo?

Poder determinar cuándo entrenar y cuándo tomarnos un descanso no es sencillo si estamos enfermos. En principio porque debemos prestar atención al cuerpo y ver si tenemos energía suficiente.

Ciertos casos requieren realizar actividades con menor intensidad. Consultar con un médico siempre es la mejor opción.

Si estás enfermo con síntomas por encima del cuello puedes entrenar

Algunos especialistas sostienen que si los síntomas se presentan de cuello hacia arriba, es posible llevar a cabo algunas actividades. De todas formas, tendremos que hacerlas con menor intensidad y con un tiempo de duración más corto.

La actividad no debe implicar esfuerzo ni provocar cansancio. Un estudio determinó que el ejercicio de baja intensidad en pacientes cuya enfermedad es de gravedad leve a moderada, se puede realizar de manera segura bajo la supervisión médica.

Si tienes algunos de los siguientes cuadros puedes hacer actividad moderada:

  • Resfrío leve: te ejercitas en casa o al aire libre. Todo dependerá de cuánta energía tengamos. Recuerda tomar las medidas de higiene para no contagiar a otros.
  • Congestión nasal: si solo se trata de incomodidad y de algo de dificultad para respirar, el ejercicio puede ser productivo para aliviar la congestión. Caminar o andar en bicicleta son buenas actividades.
  • Dolor de garganta: muchas veces sentimos dolor cuando nos engripamos, aunque el resfrío también nos puede generar molestias en esa zona. Si es leve, podemos hacer ejercicios moderados.
  • Dolor de oído: puede ser causado por una infección. Si se trata solo de una molestia es posible realizar ejercicios. De todos modos, debemos tener en cuenta que muchos movimientos agudizan las algias en la zona.
Los procesos infecciosos nos quitan energía, por lo que no podremos entrenar con la misma intensidad.


Si tienes síntomas por debajo del cuello no es recomendable hacer actividad física

Caso contrario al anterior, si los síntomas se presentan debajo del cuello, lo ideal es descansar y recuperarnos antes de retomar la actividad física. Ten en cuenta que estamos débiles y exigirnos un poco podría agravar el proceso patológico.

Será mejor que descanses si padeces alguno de estos trastornos:

  • Fiebre: aumenta la temperatura del cuerpo y nos sentimos más débiles. Además, corremos riesgo de deshidratación.
  • Gripe: la gripe genera varios síntomas que dificultan la realización de actividades. Fiebre, dolores en el cuerpo, cansancio y escalofríos. Realizar ejercicios intensos puede agravar el cuadro y retrasar el tiempo de recuperación.
  • Tos: la tos frecuente puede ser un aviso de gripe o de neumonía. Es probable que sintamos mayor cansancio y falta de aire, por lo que es mejor no hacer actividad.
  • Malestar estomacal: Si tenemos vómitos o diarrea corremos riesgo de deshidratación. También es probable que suframos alguna lesión por encontrarnos en debilidad.


Entrénate en casa o al aire libre

Realizar ejercicios en casa es ideal cuando presentamos algunos síntomas de enfermedad. La razón principal es que podemos contagiar a otros. Un trabajo del 2021 destaca que los atletas siempre tienden a seguir adelante con sus entrenamientos pese a los signos de enfermedad.

El hecho de trazarnos objetivos que no queremos dejar de lado o el temor a ser señalados por nuestros compañeros y la sociedad en general, puede llevar a poner en riesgo nuestra salud y la de terceros.

Otra opción es hacer ejercicios al aire libre, donde podemos tomar mayores recaudos y mantener una distancia prudencial con los demás. Actividades de baja intensidad, como caminar, estiramientos, yoga o circuitos de movilidad pueden ser una buena alternativa.

Las caminatas de baja intensidad a ritmo leve son una opción para sostener el movimiento cuando estamos enfermos.

Cuida tu salud y la de los demás al entrenar enfermo

Cuando estamos enfermos o sentimos malestares, lo mejor es hacer reposo y priorizar la recuperación. Si los síntomas son leves podemos hacer ejercicios de baja intensidad para no perder ritmo.

Recuerda que tu salud está por encima del entrenamiento. Perder 1 o 2 días de actividad no tendrá un impacto negativo sobre tu rendimiento.

También debes tener en cuenta a quienes te rodean, ya que puedes contagiarlos. Lo más sensato es quedarnos en casa o aprovechar el aire libre.

Fuente: Mejor Con Salud