Con cambio de dueños y pago de deudas Justo & Bueno sortea la crisis

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Una bocanada de oxígeno ha recibido la compañía Mercadería S.A.S., propietaria de la cadena de tiendas Justo & Bueno, con la llegada de nuevos inversionistas en medio de los avances de las negociaciones para ponerse al día con sus acreedores, a quienes les adeuda cerca de 1,5 billones de pesos.

(Justo & Bueno es admitido en proceso de reorganización). 

Estos nuevos inversores han venido inyectando capital con el que “se pagó la nómina de diciembre que incluía la prima y a partir de la aprobación del proceso de reorganización, desde el 19 de enero obtendremos recursos para pagar los gastos administrativos como lo exige la 1116”, le confirmó a EL TIEMPO Michel Olmi, presidente Ejecutivo de la compañía.

Aunque no se conocen detalles sobre los nuevos accionistas ni del monto de la transacción, lo cierto es que la estructura accionaria de la cadena ha cambiado, pues “el socio principal salió y ahora tenemos nuevos inversionistas que llegaron a capitalizar la empresa”.

‘CON EL AGUA AL CUELLO’

Este nuevo aire se da luego de que la compañía tuviera que recurrir a la figura de reorganización empresarial ante la Superintendencia de Sociedades, que recientemente la bienvenida a dicha organización al proceso de reestructuración bajo la Ley 1116 del 2006 (Auto 2022-01-013943), salvavidas que venía solicitando de tiempo atrás ante su difícil situación, derivada de la pandemia, el paro nacional y los bloqueos que vivió el país entre abril y mayo del 2021, entre otros factores.

(Justo & Bueno comenzó con el pago a proveedores). 

Olmi destacó que el plan de recuperación está en marcha con el apoyo de sus proveedores y de los nuevos socios quienes están inyectando recursos, lo cuales han permitido pagar los gastos operativos de la firma.

“Gracias a ese capital se pagó la nómina de diciembre que incluía la prima y a partir de la aprobación del proceso de reorganización, desde el 19 de enero obtendremos recursos para pagar los gastos administrativos como lo exige la 1116”, dijo.

LOS ACREEDORES 

La noticia de la admisión de la compañía al proceso de reestructuración por parte de la Supersociedades fue recibida con optimismo por algunos proveedores, quienes consideran que es un paso positivo para recobrar la dinámica de sus negocios, de los que dependen miles de familias, y los recursos que les adeudan desde hace ya más de 10 meses.

Juan Pablo Valencia, socio fundador de Wow Chef, un pequeño proveedor de alimentos congelados de Justo & Bueno, dice que, a pesar de que la compañía les adeuda unos 140 millones de pesos y que ahora en enero tendrá que sacar de su propio bolsillo y el de su esposa, su socia, el dinero para pagar el IVA a la Dian, seguirán suministrando su producto a las tiendas, porque confían en que este es el camino para recuperar la operación de la compañía.

“La frecuencia de los pedidos es menor, pero el volumen ha subido porque han ampliado la cobertura”, dice Valencia, quien señala que de esta iniciativa depende la familia de sus ocho empleados y entre 60 y 70 pymes más que hacen parte de su cadena de abastecimiento.

En igual sentido se pronunció Juan Pablo Solano, gerente general de Associated Brands Colombia, un proveedor cerealero de Justo & Bueno, quien señala que desde un principio han apoyado a esta compañía, como a otras que han estado en similar situación, manteniendo los despachos de mercancías, aunque reconoce que las cantidades se han reducido respecto a los niveles prepandemia.

“Estamos seguros de que J&B podrá recuperarse de esta situación y la única forma de hacerlo es que los proveedores retomen los despachos y pongan inventario en las tiendas, esto permitirá mantener el empleo directo e indirecto”, insiste.

(Estructuran otra fórmula para salvar a Justo & Bueno). 

Pero algo muy distinto piensan los arrendatarios de los cientos de locales donde operan las tiendas de Justo & Bueno, quienes dicen estar al borde de la quiebra por los impagos de los cánones y la falta de voluntad de las directivas de la compañía para que se les restituyan sus inmuebles.

Oscar Bravo dice interpretar el sentir de al menos 300 propietarios que están en su misma situación, en la que no les pagan los arriendos desde hace unos 10 meses, no les dan la cara, no les devuelven los locales y ahora, con la compañía en Ley 1116, tendrán que esperar cinco años más para recuperar esa deuda, que en su caso es de 60 millones, pero hay propietarios en situaciones peores.

“Hay personas que viven de esos arriendos, que tomaron créditos con bancos para adquirir esos locales, para adecuarlos y, como si fuera poco, ahora tenemos que pagar el IVA sobre unos ingresos que no hemos recibido”, señala Oscar Bravo.

Dice que la situación es tan agobiante, que la gran mayoría está dispuesta a perder esa deuda con tal de que les devuelvan sus locales.

COMPROMISOS PACTADOS 

Olmi asegura que con el proceso de reorganización se fijarán acuerdos y plazos que se comprometen a cumplir, así como con los cánones que se causen desde el inicio del proceso, como ordena la ley.

Y mientras los dueños de los locales creen que este proceso no llevará a una salida satisfactoria debido al alto nivel de desabastecimiento de las tiendas, las directivas de Justo & Bueno consideran que con el apoyo de sus proveedores lograrán estar en punto de equilibrio a finales de este año o inicios del 2023.

“Creemos en Colombia y saldremos adelante. Lo que vemos son oportunidades y marcados retos. Por ejemplo, hay proveedores que están con nosotros pero lamentablemente, aunque tengan el deseo de apoyar, no cuentan con el capital de trabajo, por lo que resulta esencial contar con una línea de crédito del gobierno para que puedan financiarse y poder volver a despachar. Contamos con aliados como Fenalco Antioquia que están sirviendo de mediadores para impulsar apoyo para nuestros proveedores. Las medianas y pequeñas empresas son el tejido y el ejemplo de país que necesitamos”, insistió el directivo.

ECONOMÍA Y NEGOCIOS
Twitter: @CarlosGarcíaM66

Fuente: Portafolio