Déficit de la balanza comercial de EE.UU. llegó al 27%

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El déficit comercial de Estados Unidos aumentó 27% el año pasado, bajo el efecto de un repunte de la demanda y los intercambios mundiales, tras un 2020 marcado por la paralización que provocó la pandemia de covid-19 en la economía mundial.

El déficit en el comercio de bienes y servicios alcanzó un récord de US$859.130 millones, dijo el Departamento de Comercio en un comunicado.

Mientras el déficit en el intercambio de bienes alcanzó casi US$1,1 billones, también el mayor nivel de la historia de Estados Unidos, los intercambios en el sector de servicios registraron un superávit de US$231.500 millones, el menor desde 2012. 

Estados Unidos mantuvo cerradas sus fronteras terrestres y aéreas hasta noviembre, lo que penalizó fuertemente sus exportaciones y viajes. 

En el conjunto del año, las exportaciones repuntaron 18,5%, pero las importaciones crecieron 20,5%, impulsadas por la demanda interna.

Los hogares estadounidenses se beneficiaron de una ayuda sustancial del gobierno, como vales y subsidios de desempleo, lo que provocó un aumento del consumo.

Con una campaña de vacunación activa en la primavera boreal y la pandemia en retroceso, el consumo, motor del crecimiento estadounidense, se sostuvo hasta el verano del norte. 


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El Fondo Monetario Internacional (FMI) estimó que la economía de Estados Unidos aumentó 5,6% en 2021, más rápidamente que la mayoría de las economías avanzadas cuya tasa de crecimiento promedio fue de 5%. 

En 2021, los estadounidenses, que recurrieron al teletrabajo de forma masiva, fueron asiduos compradores de teléfonos móviles, equipamiento para el hogar, automóviles y repuestos automotrices, juguetes, artículos deportivos y ropa.  

Por área geográfica, el déficit comercial de Estados Unidos con China aumentó 14,5%, se triplicó con Canadá, y se disparó 19,2% con la Unión Europea. En cambio, cayó 4,8% con México.

Covid

Para los analistas, la pandemia ha influido de manera negativa en la balanza cambiaria del país norteamericano, solo en el mes de diciembre, el déficit alcanzó US$80.730 millones, superior a los US$79.600 millones previstos por los analistas.

“Es poco probable que el déficit comercial se reduzca de manera significativa, ya que su expansión está ligada al covid”, reaccionó Mahir Rasheed, economista en Oxford Economics.

Se espera, sin embargo, “una actividad más fuerte en los servicios” que estimulará el crecimiento de exportaciones este año, mientras que la demanda de importaciones debería moderarse. 

“En conjunto, los flujos comerciales recuperaron las pérdidas ligadas a la pandemia, las importaciones y las exportaciones son ahora superiores al nivel de antes de la crisis a pesar de las perturbaciones de la cadena de aprovisionamiento y de los desafíos logísticos”, comentó Rubeela Farooqi, economista en jefe en HFE.

La experta estima igualmente que el déficit debería permanecer alto por el momento. “Pero a medida que las restricciones ligadas al covid se relajen a escala mundial y que la demanda interna de bienes se modere, los desequilibrios comerciales van a reducirse con el tiempo”, añadió. 

Semiconductores

Entre tanto, en Europa, se preparan para contrarrestar los efectos de mercado global, apoyando la industria de los semiconductores, una de las materias primas más importantes para el desarrollo industrial en los próximos años. Esto como respuesta a la apuesta de Estados Unidos de incrementar este mercado en su país.

La Comisión Europea propuso este martes un enorme plan por unos 43 mil millones de euros (aproximadamente US$48 mil millones) para impulsar la producción de semiconductores en la Unión Europea (UE), hasta alcanzar el 20% del mercado global hasta 2030.

“Nos hemos impuesto la meta de tener en 2030 el 20% del mercado global de semiconductores”, el doble que hoy, dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien añadió que en la actualidad esa participación de mercado es de 9%.

“Como la demanda global se duplicará en ese período, esto significa cuadruplicar” la producción de semiconductores en el territorio europeo”, añadió la funcionaria.

La decadencia del segmento de producción de semiconductores en la UE, a raíz del cierre de fábricas, tuvo un impacto visible especialmente en la industria automovilística en los últimos tres años, escenario que motivó una mayor dependencia de productores asiáticos.

El cuadro se agravó con el estallido de la pandemia de coronavirus. En la actualidad, el segmento europeo de semiconductores es dependiente de importaciones provenientes de Taiwán y Corea del Sur.

Al presentar la legislación llamada “Chips Act”, Von der Leyen recordó que los semiconductores constituyen “la base de la economía moderna”.

Son esenciales en los bienes que usamos todos los días. Están en nuestros teléfonos, están en los ventiladores usados para tratar pacientes de la pandemia. Los semiconductores son cruciales en todos los dispositivos“, dijo.

El ambicioso plan de la Comisión Europea prevé unos 11 mil millones de euros en subvenciones para la implementación de grandes líneas de producción.

Además, considera unos 30 mil millones de euros en ayudas públicas y otros dos mil millones que serían provenientes de inversiones privadas.

Fuente: El Nuevo Siglo