Los precios mayoristas en Estados Unidos aumentaron en enero con respecto a diciembre, aunque hubo una desaceleración en la comparación interanual por primera vez desde abril de 2020.
El índice de los precios al productor (PPI) creció 1% en enero con relación a diciembre, de acuerdo con datos divulgados este martes por el Departamento de Trabajo.
Es su mayor incremento desde mayo de 2021, y el doble de lo esperado por los analistas. El alza registrada en diciembre pasado fue de 0,4% para un mes, según los datos revisados a la baja.
El incremento es más marcado para los bienes que para los servicios (+1,3% contra +0,7%), precisa el comunicado.
En 12 meses, el aumento fue de 9,7%, contra 9,8% en diciembre y en noviembre, lo que marcaba un récord desde que esos datos comenzaron a ser registrados en 2010.
Esta desaceleración es la primera desde abril de 2020, cuando, bajo los efectos de las medidas de confinamiento por la pandemia de covid-19, la evolución en los precios se había frenado.
“La combinación de estas perturbaciones persistentes de aprovisionamiento y los costos elevados de la energía impedirá a los precios a la producción volver a tendencias más normales antes del fin de año”, anticiparon en una nota Mahir Rasheed y Kathy Bostjancic, economistas para Oxford Economics.
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El índice de precios al productor (PPI) es una medida que toma en cuenta los precios desde el punto de vista de los fabricantes y vendedores mayoristas.
El índice de precios al consumo (CPI, en inglés) mide los precios a los consumidores finales y alcanzó el 7,5% a enero en 12 meses, su mayor ritmo en cerca de 40 años.
El indicador mensual “Empire State”, que mide la actividad manufacturera de la región de Nueva York, publicado el martes por la Reserva Federal (banco central estadounidense, FED), mostró que el índice que mide los precios pagados a los proveedores “se mantiene cerca de su pico reciente” mientras que aquel que mide los precios pagados por los clientes “alcanzó un nuevo récord”.
Fuente: El Nuevo Siglo
