Qué implica decretar alerta amarilla por la calidad del aire en Bogotá

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La Alcaldía de Bogotá declaró la alerta ambiental por la afectación a la calidad del aire, debido a las altas concentraciones de material particulado registradas durante los últimos días.

(Vea: Declaran alerta ambiental y hospitalaria en Bogotá).

El 25 de enero empezaron los incendios forestales en el Guaviare. Empezamos a sentir el efecto de esa mayor contaminación ambiental a partir del 1 de febrero, y más de la mitad de estaciones de la ciudad pasaron de moderado a regular”, explicó la alcaldesa de Bogotá, Claudia López.

Sobre el tema, el Observatorio de Salud Pública y Epidemiología de la Universidad de los Andes aseguró que, si bien se han presentado incendios forestales como fuente de emisión, Bogotá también libera contaminantes a la atmósfera, en especial, por fuentes móviles en un 60 %, por transporte de carga y el transporte público.

(Vea: Migración interna a Bogotá cayó durante la última década).

De esta manera, “urge la necesidad de la entidad territorial de disponer de unas respuestas organizadas que garanticen la participación ciudadana e institucional, que permitan prevenir las afectaciones en salud por la contaminación del aire y promover acciones intersectoriales para mantener un aire limpio en la ciudad”, manifestó la universidad en un comunicado.

Así mismo, la institución dio una serie de recomendaciones de salud por el aumento de la contaminación en la calidad del aire en la capital, mientras se está en medio del cuarto pico del covid-19.

(Vea: Bogotá: Alcaldía aplazó el primer Día sin carro del año).

E insistió en que la alerta amarilla que decretó la Secretaría de Ambiente debe generar recomendaciones en salud, pero en el contexto de covid-19 que atraviesa la ciudad y el país, por lo cual las intervenciones deben orientarse también a la prevención y a acortar cadenas de transmisión a partir de casos confirmados por laboratorio o por nexo epidemiológico.

1. Recomendaciones para la población vulnerable: la población con enfermedades respiratorias y/o cardiovasculares, las mujeres en condición de embarazo y personas mayores de 60 años deben usar preferiblemente la mascarilla N95. Las mascarillas de tela o quirúrgicas no son eficientes en la exposición a la contaminación del aire.

2. La población con enfermedades respiratorias y/o cardiovasculares, las mujeres en condición de embarazo, personas mayores de 60 años y menores de cinco años deben abstenerse de realizar actividad física moderada. Una persona que realiza una actividad física de intensidad moderada debe ser capaz de mantener una conversación, pero con cierta dificultad, mientras lleva a cabo la actividad. ¿Qué es una actividad física de intensidad moderada? puede ser montar en bicicleta 16-9 km/h, caminar a 4-6 km/h, evite realizar actividad física de competencia o deportiva.

Una persona que realiza una actividad física de intensidad moderada debe ser capaz de mantener una conversación, pero con cierta dificultad, mientras lleva a cabo la actividad.

Archivo particular

3. Importante tener en cuenta no fumar en ninguna circunstancia en espacios interiores o exteriores, estar atentos a señales de alarma con síntomas como ahogamiento, mareo, tos, irritación en los ojos y malestar o dolor en el pecho.

(Vea: Las ciudades del país con más accidentes de tránsito).

4. Las EPS deben activar un plan de atención a su población afiliada de manera efectiva que implique dar comunicación e información a usuarios que tengan enfermedades de base.

5. Se recomienda que la Secretaría de Ambiente, en compañía de la Secretaría de Salud y sus pares de Cundinamarca, zonifiquen o sectoricen las zonas de Bogotá con mayor exposición a mala calidad del aire y niveles de material particulado, así como su área de influencia. Las recomendaciones deben identificar a las poblaciones más vulnerables por zonas en Bogotá.

6. Identificar signos de alarma para población en edad escolar de la cual es responsable la familia, el jardín infantil y la comunidad, por lo que es importante conocer si el niño presenta una respiración rápida, es decir, niños menores de dos meses respiran 60 o más veces por minuto, niños de 2 meses a 11 meses respiran 50 o más veces por minuto, niños de 1 a 4 años respiran 40 o más veces por minuto. Además, si al niño se le hunden las costillas al respirar, presenta ruidos extraños como silvidos en el pecho o hervidera, si el niño no puede comer o beber nada y vomita todo, si es menor de dos meses y presenta fiebre o si es mayor de 2 meses y presenta fiebre mayor a 38,5 grados centígrados por más de dos días, si está somnoliento o presenta convulsiones.

(Vea: Gobierno firma el contrato de la ALO Sur, la obra 5G para Bogotá).

En niños en edad escolar, adolescentes y adultos es una señal de alarma presentar asfixia o dificultad para respirar; dolor de pecho al respirar o toser, decaimiento o cansancio excesivo o fiebre mayor de 38,5 grados centígrados de más de dos días de evolución.

En Bogotá para el año 2019, la mortalidad atribuible a la mala calidad del aire fue de 2.403 muertes, según la herramienta AIRQ+ de la OMS.

PORTAFOLIO

Fuente: Portafolio