Retos y oportunidades del nuevo gobierno en materia de e-commerce

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El e-commerce es un fenómeno de la economía contemporánea que no se detiene. En Colombia, según datos revelados por la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico (CCCE), en el último año, las ventas en línea crecieron un 40 % en comparación con el 2020 y alcanzaron una cifra de 40 billones de pesos.

(Dropshipping y comercio electrónico, ejes de cumbre regional). 

De hecho, tal es su crecimiento que en la actualidad es un sistema clave para la operación de pymes y compañías, gracias a las facilidades que ofrece en términos de captación de usuarios, incremento de utilidades, omnipresencia y recopilación de data, así como de integración con metodologías como el dropshipping, que genera eficiencias en los procesos logísticos de las mismas.

Para Luis Ramos, cofundador de Dropi, plataforma especializada en este tema, “el dropshipping desde que comenzó a desarrollarse en Colombia ha representado un avance importante en comercio electrónico para el país, sin embargo, en el 2022 se ha fortalecido mucho más, debido a que las personas tienen mayor acceso a material como cursos, diplomados, blogs especializados, entre otras herramientas online que les permite potencializar estrategias y habilidades”.

(A último debate, iniciativa que busca proteger a consumidores en línea). 

Asimismo, el experto agrega que con el paso de los años, los consumidores se han vuelto más exigentes y hoy demandan experiencias de compra personalizadas, rápidas, flexibles y precisas, por lo tanto, el comercio electrónico necesita una mayor atención, no sólo desde lo corporativo, sino también desde la política pública.

Pero, ¿cuáles son esos retos del e-commerce que se requieren atender en el país y que deberían estar en la agenda del próximo mandatario de los colombianos? El cofundador de Dropi expone:

1. Acceso al sistema financiero: La inclusión financiera es determinante para el buen desarrollo del comercio electrónico y otras actividades económicas del país. Uno de los medios de pago más utilizados en las compras virtuales es la tarjeta de crédito y en 2019 tan solo el 27 % de la población adulta había adquirido este medio de pago, lo que impacta los procesos de digitalización. Así que se requiere fortalecer y vincular a la población colombiana a los canales de pago digitales.

2. Mayor conectividad nacional: El panorama en el país está marcado por una gran brecha entre las ciudades principales y las regiones como Vaupés, Vichada, Amazonas, Guaviare, Guainía, Putumayo, San Andrés, La Guajira y Cauca, que para 2019 contaban con cinco o menos accesos por cada 100 habitantes. Por lo tanto, el país necesita reducir este margen y de esta forma, aumentar el índice de consumidores que compran y venden a través de los escenarios digitales.

3. Mejorar la confianza del consumidor hacia las transacciones digitales: Con la pandemia, una amplia parte de la población colombiana se animó a comprar por primera vez a través de una plataforma digital, sin dejar de lado la preocupación por la seguridad de los datos personales y bancarios al realizar las transacciones en línea. Por eso, hacer frente a este desafío es un trabajo conjunto. Por una parte, los comercios electrónicos deben invertir en mecanismos y tecnologías como Dropi para proteger la información de sus usuarios, y por otro, los gobiernos deben fomentar la implementación de estos para consolidar un ecosistema de e-commerce más robusto.

4. Logística e-commerce: Este tema sigue siendo uno de los retos más importantes para el comercio electrónico. Los altos costos, las demoras en las entregas, un nuevo consumidor más exigente enfocado en la practicidad, son algunos de los aspectos a fortalecer.

“La logística se ha convertido en un punto de conexión fundamental con el cliente, la clave para la diferenciación y un gran reto para los comercios en línea. Por esta razón, Dropi nace como solución para esas empresas que se comenzaron a digitalizar pero que la parte de envíos no la tenían bajo control. Así mismo, en respuesta a esos emprendimientos que a pesar de haber nacido de manera online desconocen la dinámica de un buen proceso logístico”, concluye Ramos.

Fuente: Portafolio