EE. UU. y Reino Unido bloquean la compra de energéticos rusos

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Estados Unidos anunció este martes una estocada a la economía rusa al prohibir las importaciones de energéticos como el petróleo y el gas, en una jugada que busca generar más presión sobre las arcas de Rusia y forzarlos a parar la guerra.

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Esta decisión, dijo el presidente estadounidense Joe Biden, se tomó con “total coordinación” de los aliados europeos, quienes aunque no respaldaron un bloqueo inmediato de los energéticos del gigante euroasiático, anunciaron que “tienen la intención” de reducir este año en dos tercios sus importaciones de gas de Rusia.
Las importaciones energéticas europeas a Rusia cubren el 40% de sus necesidades de gas natural y otras 30% de petróleo.

Estas medidas de Estados Unidos dispararon la cotización del petróleo por segundo día consecutivo. El crudo Brent cerró en US$128,75 (+4,50%), mientras que el WTI cotizó en US$124,63 (+4,38%).

El bloqueo a las importaciones de energía de Rusia, cuyo efecto es inmediato, supone el bloque a cualquier compra nueva de petróleo y subproductos, gas licuado y carbón. También se cancelaron las entregas de contratos existentes.

El petróleo proveniente de Rusia equivale al 8% de las importaciones de Estados Unidos y el 4% del consumo de productos derivados del crudo.

(Conversaciones entre Rusia y Ucrania tuvieron ‘pequeños avances’).​

“Me parece que es más un acto simbólico que otra cosa. Lo importante es que no es una cantidad suficientemente grande como para que por sí sola termine impactando más que lo que han hecho ya las otras medidas a las cuentas de Rusia”, advirtió Diego Camacho, economista senior internacional de Credicorp Capital.

Del otro lado del océano Atlántico, Boris Johnson, primer ministro de Reino Unido, se sumó al veto a las importaciones de energéticos rusos en un plan que pretende reducir la dependencia paulatinamente hasta nivel cero hacia final del año.

Es importante precisar que el gas ruso representa el 4% del mercado británico, mientras el petróleo, un 8%.

En este período de nueve meses se concentrarán en aumentar el abastecimiento desde Estados Unidos, Oriente Medio y Países Bajos.

VENEZUELA, ¿DE ENEMIGO A ALIADO?

En un giro de 360 grados en su política exterior, el Gobierno de Joe Biden se reunió el pasado fin de semana con Nicolás Maduro, gobernante de Venezuela, en la que se trataron “temas de seguridad energética” y, de acuerdo a la especulación de la opinión pública, un posible levantamiento a las sanciones para permitir los envíos de crudo.

(Empresas del sector financiero se suman al éxodo en Rusia).​

De acuerdo al reporte más reciente de la Opep, Venezuela produjo 755.000 barriles por día en enero de 2022, según las cifras entregadas por el régimen, mientras que, según segundas fuentes, se alcanzó meta 668.000 barriles por día.

Francisco Monaldi, director del Programa de Energía para América Latina en el Centro de Estudios Energéticos del Instituto Baker de Políticas Públicas de la Universidad de Rice, considera que el alto precio del crudo es “el único factor importante para que Venezuela pueda hacer las inversiones requeridas y subir la producción considerablemente, con Maduro en el poder”.

“No hay duda de que Venezuela tiene las reservas para subir la producción y también buena parte de la infraestructura necesaria, pero hay que atraer decenas de miles de millones de dólares con un gobierno que en el pico histórico de precios destruyó su industria petrolera”, apuntó Monaldi.

A su turno, Alfonso Molina, editor de Inteligencia Petrolera, no cree este acercamiento y un posible mejoramiento de los ingresos por renta pueda significar una mejoría para la población. “Ese acercamiento puede beneficiar al gobierno de Maduro, pero ese dinero no llegará a la base social”, dijo.

Jorge Zajía, ingeniero de petróleos y editor de la Revista Petroleum, afirmó que el fin que busca Washington es que Caracas rompa su relación económica y militar con Moscú, porque “EE. UU. no necesita esos barriles faltantes de Venezuela”, cuando los puede tener de Canadá o de México, Ecuador o Colombia.

EL ROL DE COLOMBIA

En diálogo con Portafolio, Francisco Lloreda, presidente de la Asociación Colombiana del Petróleo (ACP), sostiene que aumentar la producción de crudo “no se da de la noche a la mañana” y que esta coyuntura sorprende al país con “una predicción baja, de 750.000 barriles diarios”, producto de la desinversión.

Asimismo, Lloreda sostiene que el repunte en el valor del barril sí le será beneficiosos para el país, toda vez que por cada dólar adicional que el precio se mantenga este año, a las arcas del Estado colombiano le entrarían $450 mil millones.

“Dado que las cuentas del Gobierno se hicieron sobre US$60 el barril, sin duda el incremento en precios será beneficioso para la nación y las regiones. Es prematuro, sin embargo, para saber el monto de nuevos ingresos”, apostilló el ejecutivo.

Un informe de la Dirección de Investigaciones del Grupo Bancolombia sostiene que Colombia no se vería beneficiado de la actual coyuntura ya que “no puede catalogarse como un país petrolero” y su influencia en el mundo “ha venido disminuyendo”.

ROBERTO CASAS LUGO / AFP
PORTAFOLIO

Fuente: Portafolio