Vladimir Putin logró el apoyo de China en los principales temas que avivan la crisis ucraniana y enfrentan a Rusia con los países occidentales, mientras se intensifican los esfuerzos diplomáticos europeos para evitar un conflicto.
Con motivo del encuentro entre el presidente ruso y su homólogo chino Xi Jinping en Pekín, los dos países publicaron una declaración conjunta criticando la influencia estadounidense y el papel “desestabilizador” de las alianzas militares occidentales, comenzando por la OTAN, en Europa y en Asia.
Rusia y China se opusieron “a cualquier ampliación futura” de la Alianza Atlántica, retomando la exigencia de Moscú para lograr calmar la tensión con los países occidentales por Ucrania.
Rusia ha desplegado decenas de miles de soldados en la frontera con su país vecino desde hace meses, lo que para los occidentales es una muestra clara de que hay un plan militar inminente.
Pero Rusia lo desmiente y se dice amenazada por la OTAN, a la que pide que no se amplíe, y por tanto que no incluya a Ucrania y se retire de la zona del este de Europa.
Estas demandas son inaceptables para los países occidentales.
Desde Pekín, y poco antes del inicio de los Juegos Olímpicos de invierno en la capital china, Putin aseguró que las relaciones con China viven un momento “sin precedente”.
Los dos países también defendieron la idea de “indivisibilidad de la seguridad”, en la que se basa Moscú para pedir que la OTAN salga de su zona, argumentando que la seguridad de unos no se puede lograr en detrimento de la seguridad de otros, pero olvidando el derecho de cada Estado, y por tanto de Ucrania, a elegir a sus aliados.
Los dos países también denunciaron la “influencia negativa de Estados Unidos para la paz y la estabilidad de la región Asia-Pacífico”.
Concretamente, mostraron su “preocupación” por la creación en 2021 de la alianza militar entre Estados Unidos, el Reino Unido y Australia, conocida como AUKUS.
En este contexto de crisis, Europa acelera su diplomacia.
Fue confirmada la visita a Moscú del presidente Emmanuel Macron, el próximo lunes, y del canciller alemán Olaf Scholz, el 15 de febrero.
Los dos líderes europeos también viajarán a Kiev, el 8 y el 14 febrero, respectivamente.
Francia y Alemania fueron los dos mediadores del conflicto entre Ucrania y los separatistas prorrusos apoyados por Moscú.
“Hay varios temas en el orden del día. Antes de nada habrá conversaciones sobre las garantías en materia de seguridad” exigidas por Rusia, dijo el portavoz del Kremlin, refiriéndose a la visita de Macron.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que también ofreció su mediación en la crisis ucraniana en una visita a Kiev, acusó a los países occidentales de “empeorar las cosas”.
Erdogan criticó especialmente el papel del presidente estadounidense Joe Biden, afirmando que “ha sido incapaz hasta ahora de mostrar un enfoque positivo en este proceso”.
Dirigiéndose también a Estados Unidos, el Kremlin pidió que no se dé crédito a acusaciones formuladas desde Washington, según las cuales Rusia estaría preparando un video de un ataque ficticio de parte de Ucrania para justificar una invasión.
“Les recomiendo que no crean a nadie en lo que respecta a estos temas, en particular al Departamento de Estado” norteamericano, dijo el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, a la prensa.
Fuente: El Nuevo Siglo