Perú: la incertidumbre política seguirá vigente

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A diferencia del habitual acto protocolar para celebrar una fecha más de una presidencia, el pasado 28 de marzo, justo cuando cumplía ocho meses en el poder, el Jefe de Estado de Perú, Pedro Castillo, defendía en el estrado su mandato, aquel que en este lapso se ha visto perseguido por una feroz oposición y la sombra de una incertidumbre política cada vez más grande.

(Castillo ‘sortea’ crisis de gobernabilidad).

El Congreso le tiró un salvavidas a Castillo, cuyo segundo proceso de destitución logró sortear cuando solo 55 legisladores votaron a favor, mientras otros 54 lo hicieron en contra y solo 19 se abstuvieron. Para removerlo del cargo se necesitaban 87 votos a favor.

“(La oposición política) siguen divididos entre sí, lo cual no sorprende pues tenemos partidos muy débiles y sin disciplina de grupo”, dijo a Portafolio, Cynthia Sanborn, docente de Ciencias Políticas de la Universidad del Pacífico en Lima.

(Congreso de Perú aprueba moción de destitución contra Pedro Castillo).

A su turno, Verónica Ayala, politóloga de la Pontificia Universidad Católica de Perú, señaló que este resultado era “previsible” y define que no procedió porque implica “que, tras la salida del presidente y la probable renuncia de la vicepresidenta, se tendría que convocar a elecciones generales que incluye las parlamentarias”, un escenario que tampoco le es favorable a la oposición, a su juicio.

SEGUIRÁ LA PERSECUCIÓN

Ambas catedráticas sostienen que la “persecución” política de la oposición en contra del presidente Castillo continuará en las semanas por venir.

De hecho, para Ayala, es probable que se presente otra moción de destitución toda vez que, por un lado, la oposición parece contemplar ese único mecanismo y, por aparte, “el Ministerio Público se encuentra en un proceso de investigación al entorno del presidente (que incluye a exfuncionarios del mandatario y su familia) en casos de corrupción”.En opinión de Sanborn, también investigadora del Centro Internacional para Académicos Woodrow Wilson, “hasta ahora las denuncias en contra del Presidente no han sido sustentadas con suficiente evidencia, están bajo investigación y esto demora”.

Asimismo, ambas catedráticas coinciden en que actualmente, Perú “no se ha vuelto un país ingobernable” y que, a pesar de todo, aún se muestra en democracia formal, según Sanborn, pero con “inoperancias” de ambos lados, complementa Ayala.

Esta incertidumbre, que parece no detener el bucle por los próximos meses, afecta a la economía de dos formas, advierte Hugo Perea, economista jefe para Perú del BBVA Research.

La primera afectación es que se debilita la confianza empresarial y en consecuencia, el apetito por invertir. “El indicador de confianza empresarial que publica el Banco Central ha estado permanentemente en terreno pesimista en lo que va de esta administración”, señaló Perea.

Y, la otra consecuencia, es que la incertidumbre no permite llegar a acuerdos para implementar reformas económicas que impulsen el crecimiento económico. “La calidad de las políticas públicas ha retrocedido y el fantasma del populismo está siempre rondando”, explicó Perea.

Desde el BBVA Research sostienen que, de seguir por este camino, el crecimiento promedio anual durante los próximos 5 años se ubique entre 2% y 2,5%, “una expansión económica muy débil para un país donde hay mucho por hacer para reducir pobreza y generar empleo de calidad”.

Perea también explica que, desde que asumió el presidente Pedro Castillo, en 2021, salieron capitales de corto plazo por aproximadamente US$17 mil millones, equivalente a alrededor de 7% del PIB. Este escenario conllevó a una ralentización de la economía que lo lleva a pensar en cuánto más habría crecido la economía el año pasado, “tal vez no 13,3% sino 16 o 17%”.

ROBERTO CASAS LUGO
PORTAFOLIO

Fuente: Portafolio