Concejo pide ajuste urgente de estrategias de seguridad

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Las acciones vandálicas como la presentada en una institución educativa de Bosa, o las protestas dentro la Catedral Primada en plena misa, en el centro de la capital, son algunos de los hechos recientes que preocupan a varios concejales de Bogotá, quienes desde su función pública exigen a la Alcaldía Mayor que tome medidas preventivas, pero sobre todo que se enfoque en el control de la seguridad en la ciudad. Además, también está la escalada de robos y crímenes como el que se cometió en la noche del jueves pasado en Ciudad Bolívar y que crispó los nervios de los transportadores.

El hecho del pasado 23 de marzo, que comenzó como una protesta pacífica en el colegio Nuevo Chile, en la localidad de Bosa, terminó en el incendio de la fachada de las instalaciones educativas y en la destrucción de parte de la infraestructura. Los padres de familia y algunos estudiantes protestaban por el abuso de un menor de edad a manos de un profesor de la institución. Rápidamente varios encapuchados se unieron a la protesta, pero atentando contra las instalaciones del colegio. El incendio provocado fue el detonante para que los concejales pusieran el ojo en lo que se hace desde la Administración Distrital en cuanto a temas de seguridad, así como por la protección de los derechos de los menores.

“Silencio permisivo”

La concejal Lucía Bastidas, de la Alianza Verde, durante un acto de recuperación del colegio Nuevo Chile, mostró su inconformismo total respecto al “silencio permisivo de la Administración y falta de gobierno” por parte de la Alcaldía de Bogotá. Agregó que “aquí debería estar la Alcaldesa en primera fila defendiendo a los niños, la infraestructura social y el derecho a la educación, rechazando el vandalismo y anunciando acciones concretas y severas contra quienes causaron estos daños”.

Según la concejal de la Alianza Verde, lo que sucedió en el plantel educativo no fue una  protesta social. “Los vándalos tomaron por costumbre atacar lo que beneficia a la población más vulnerable”, dijo. Para Bastidas, los hechos que han venido pasando en la ciudad, inclusive lo que sucedió en la Catedral Primada, es “terrorismo urbano” organizado que ha afectado también Transmilenio, los Supercades y en general la infraestructura de la ciudad con el daño de paraderos, comercios, calles, obras y parques.

Respecto a las denuncias de abuso sexual, la concejal exigió el seguimiento de los más de 160 casos denunciados en colegios de la ciudad y además dijo que es importante el acompañamiento a las familias de las víctimas desde la Secretaría de Educación y la Alcaldía Mayor de Bogotá.

Miedo en las calles

Por su parte, la concejal Diana Diago dijo que “los ciudadanos siguen padeciendo de inseguridad. Además, sienten miedo de salir a la calle, y las cifras lo corroboran, los hurtos aumentan”. Diago además aseguró que el robo de vehículos es el que más crece en la ciudad. De acuerdo a sus declaraciones, es preocupante el crecimiento desmedido de este delito en localidades como Usaquén en un 112,5%, San Cristóbal en un 90,9% y Puente Aranda en un 90,6%.

Indicó que las autoridades conocen la dinámica de las bandas delincuenciales, pero a pesar de esto no existe una estrategia clara; la ciudad está tomada por la delincuencia. “El Distrito es flexible con la delincuencia, mientras las bandas se fortalecieron y actúan con más contundencia”, precisó la concejal.

En este mismo sentido, el vicepresidente del Concejo de Bogotá, ‘Papo’ Amín, también se pronunció e hizo exigencias a la Alcaldía para que se tomen medidas efectivas de seguridad, pues asegura que tanto la alcaldesa, Claudia López, como el Secretario de Seguridad de la ciudad “dejan hacer lo que se les dé la gana” a los vándalos y “así no se puede”, refiriéndose a la primera línea. Para Amín es inaceptable la falta de seguridad en Bogotá y la inoperancia de la Alcaldía y el Secretario de Seguridad.

“Una ciudad donde haya espacios vedados para trabajar porque allí reina la delincuencia y la ley de los maleantes. En Bogotá no podemos permitir esto. No puede haber un solo milímetro de espacio sin seguridad”. Así lo manifestó en un trino el concejal Óscar Ramírez Vahos, del Centro Democrático, respecto a la inseguridad en la ciudad. En cuanto a los hechos vandálicos que se presentaron en el colegio de Bosa, declaró: “Es inconcebible que esto siga sucediendo a la vista de todos y no pase nada. Bogotá necesita soluciones urgentes para la seguridad”.

De otro lado, el también cabildante Diego Cancino se refirió a lo sucedido en el colegio Nuevo Chile y aseguró que la violencia no es la mejor alternativa; se pronunció en contra de la forma en la que se dieron las protestas en el colegio y sostuvo que lo importante “es sumar entre la Alcaldía, los ciudadanos, la policía y los líderes, para rechazar este tipo de actos, sin estigmatizar… Desde la Alcaldía se deben tener esas claridades de lo que se hará de ahora en adelante y que la cura no sea peor que la enfermedad”.


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La estrategia

Aníbal Fernández de Soto, secretario de Seguridad, Convivencia y Justicia, asegura que todos los días “hay un trabajo incansable con la Policía Nacional y todas las instituciones de Bogotá” para mejorar la seguridad y brindarles cada vez más tranquilidad a los ciudadanos.

Además, resaltó datos que dio la Policía Metropolitana respecto a la reducción de algunos delitos en Bogotá. Las cifras indican que, del 1 de enero al 15 de marzo, el homicidio presentó una reducción del 21,2%. Adicionalmente, destacó los números de otros delitos de alto impacto que han disminuido en Bogotá, como el hurto de comercios, con una reducción del 35,16%; hurto a residencias, con menos de 35,11%; hurto de bicicletas, con una disminución del 25,23%, y el hurto de celulares con 5,20% menos.

Respecto a la seguridad en los colegios, según Fernández en este momento se priorizan acciones en 87 instituciones, de las cuales la mitad tienen problemas de venta de sustancias sicoactivas en su entorno. “Las acciones que se realizarán al respecto son: recorridos al dedo de las instituciones, identificar puntos de falta de alimentación, de basuras, de habitantes de calle (…) Además se juntarán con la intervención a los parques cerca de la institución”, puntualizó el Secretario.

Respecto a delitos como el homicidio, la alcaldesa Claudia López dijo que se han implementado estrategias como la de ofrecer recompensas a los ciudadanos que den información sobre quienes los cometen, aunque es una iniciativa que no ha sido bien vista por algunos sectores.

López se ha pronunciado sobre casos de vandalismo como el del colegio, aunque no con estrategias concisas que puedan ayudar a dar solución al problema. “Nuestra verdadera y máxima prioridad es proteger a niños, niñas y jóvenes de los colegios de Bogotá. Estamos unidos con ellos, sus padres, maestros y toda la comunidad educativa para cuidarlos a ellos y sus colegios. No permitiremos que incendiarios politicen y desvíen la atención”.

Percepción de inseguridad

Bogotá tiene la percepción de inseguridad más alta de los últimos seis años, según un estudio de la Cámara de Comercio. Mientras que en el 2016 ese indicador fue del 42%, para el 2021 se situó en 88%, y con los hechos que han ocurrido en la ciudad en los últimos días, se entiende que los ciudadanos no se sientan seguros en las calles de la capital.

Sin duda la seguridad es un asunto clave para la calidad de vida en cualquier ciudad, pero Bogotá está rajada en el tema, según la encuesta realizada por la CCB. Los datos muestran que el 81% de los ciudadanos no se sienten seguros en la capital del país; el hurto y los homicidios a mano armada son lo que más generan inseguridad.

Fuente: El Nuevo Siglo