El Atlético ganó 0-3 ante Osasuna y lo hizo con los viejos valores del cholismo: el equipo rojiblanco se juntó, todos los futbolistas fueron solidarios y existió un total compromiso por parte de todos. Se vio a un Atlético competitivo, más allá de si realizó un fútbol más o menos exquisito. Un equipo en la línea de lo que ha sido el Atlético en los diez años que lleva con el Cholo.
Simeone acabó encantado con la entrega de todos. João Félix hizo un gol, dio una asistencia a Luis Suárez, pero corrió y peleó como el que más. Lo dio todo en ataque pero también luchó en defensa. Es lo que ha pedido el técnico argentino siempre del delantero portugués. João Félix puede suponer el ejemplo de lo que fue el Atlético.
El equipo se mostró más fuerte en el medio y la entrada de Herrera dio solidez al equipo. El Atlético quiere blindarse en el medio, ganar los partidos en base a no dejar espacios al rival, de pelear por todos los balones. Porque la calidad de los Correa, Griezmann, Luis Suárez o João Félix debe decidir. El Atlético aprendió la lección y salió de Pamplona muy reforzado. La acción del segundo gol es la prueba de ello. De un saque de esquina en contra el Atlético resolvió el partido gracias a dos acciones individuales.
La palabra más escuchada estos últimas días en el vestuario del Atlético es unión. Unidad dentro y fuera del terreno de juego. El equipo rojiblanco salió adelante en situaciones comprometidas en base a esa unión. Simeone sabe que perderá a Carrasco en la eliminatoria ante el Manchester United, pero, por contra, podrá contar con Griezmann. Nadie quiere lamentar las bajas. Simeone ha tardado mucho en dar con la tecla. El triunfo ante Osasuna puede suponer mucho más que tres puntos. Puede suponer volver un antes y un después para el Atlético en lo que resta de temporada.
Fuente: AS
