El parón internacional ha traído grandes noticias para Simeone. La vuelta al grupo de Llorente y Lemar permite al técnico recuperar a dos futbolistas capitales en su esquema, dos titularísimos que fueron vitales en el centro del campo para el título de la pasada Liga.
El equipo ha sufrido su ausencia, sin dos jugadores determinantes y que, con características muy diferentes, son fundamentales para mantener el equilibrio del equipo y dotarle de mordiente en ataque desde segunda línea. Sin ellos, Simeone tuvo que reinventarse formando un nuevo sistema táctico con tres delanteros, con Luis Suárez como fijo en punta y Griezmann por detrás junto a João Félix o Correa, un apartado ofensivo que dejó muy buenas sensaciones en campo rival, pero los problemas defensivos del equipo no permitieron que sus buenas actuaciones tuviesen premio en forma de victorias.
Entre los dos últimos parones internacionales, el Atlético disputó seis partidos y consiguió hacer 12 goles, cuatro de ellos de Griezmann, tres de Suárez, uno de João Félix y uno de Cunha (Carrasco, Pezzella en propia y Vrsaljko marcaron el resto) demostrando que los hombres de arriba están afinados, pero encajando a su vez otros 12 tantos y sumando una única victoria que convierten la situación en insostenible. Y pese a que la presencia de tres delanteros en el once no ha conllevado más ocasiones para el rival, ya que el Atlético es el equipo de LaLiga que menos remates a portería recibe, las cifras atrás pueden provocar una vuelta al sistema que la temporada pasada conquistó el título liguero.
Aunque Llorente puede verse abocado al carril derecho por la lesión de Trippier, De Paul cada vez se parece más al centrocampista espectacular de la selección argentina y con Koke como fijo, la entrada de Lemar al once podría producirse por uno de los jugadores de arriba, reforzando así la línea de tres centrocampistas. El francés ha crecido una barbaridad como interior, con dos acompañantes en el medio para poderse desplegar en ataque y convirtiéndose en un faro para el equipo a la hora de romper líneas con su desequilibrio, regate, conducción y visión de juego. Llorente por su parte fue el segundo máximo goleador rojiblanco en la campaña 2020-21 gracias a su llegada, potencia en carrera, capacidad de aparecer en el área y remate.
Simeone tiene muy complicado dar cabida en el once a todo su talento ofensivo. Volver a una línea de cuatro en defensa es otra de las variantes que mantiene el Cholo, pero con ese sistema la presencia de Carrasco más cerca del área es otro puñal para el Atlético. Griezmann cada vez se parece más al que fue, João Félix ha ido recuperando su mejor versión con balón, Suárez es incombustible y Correa nunca se rinde. Además, Cunha busca aprovechar cada oportunidad que tenga sobre el césped. Simeone puede verse ante la disyuntiva de encajar a Lemar, que estaba siendo uno de los mejores jugadores de la temporada y se antoja indiscutible en el once, deshaciendo la línea de tres delanteros. El francés, por otro lado, también puede llegar a jugar como carrilero izquierdo cuando Carrasco no esté disponible, pero no es la posición que más le favorece.
Un quebradero de cabeza para el Cholo, pero el sueño de todo entrenador por la gran cantidad de variantes en ataque. Si Llorente puede adaptarse también a un doble pivote junto a Koke o De Paul, aunque perdiendo parte de su llegada como le ocurre de carrilero, el madrileño tiene al igual que Lemar su posición ideal en ese medio de tres con libertad para desplegarse en ataque constantemente. Tridente en ataque, trío en el medio o 4-3-3 con Carrasco en cualquier apartado ofensivo, la duda de Simeone después de recuperar a dos jugadores cuya vuelta es la gran noticia del Atlético en el parón.
Fuente: AS