Medidas contra la inflación se sentirían en el segundo semestre

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La alta inflación que alcanzó la economía colombiana en enero llevó al Gobierno nacional a tomar medidas. Con un dato de 1,67% para el mes, que impulsó al IPC anual a 6,94%, la necesidad de mitigar las presiones al alza, especialmente por el incremento del precio de los alimentos, fue el punto de quiebre para que el ministro de Hacienda, junto a otras carteras, anunciaran un paquete de decisiones.

Estas incluyen la reducción de los costos de producción para el agro y de aranceles a la importación de insumos, el aumento en la oferta de producción de alimentos y también, aumentar la cobertura del programa Ingreso Solidario a un millón más de hogares.

Sin embargo, y si bien estos estímulos adicionales acompañarán las acciones de política monetaria que ya viene impulsando el Banco de la República desde hace un par de meses con los aumentos en las tasas de interés, estas podrían tardar varios meses en hacer efecto y se estarían reflejando especialmente durante la segunda mitad del año y en adelante.

“Siendo conscientes de que este es un fenómeno internacional, muy seguramente tendremos en los primeros meses de este año un aumento de precios, y en el segundo trimestre de este año vendrá, como lo señala la Ocde, una reducción en los precios a nivel global”, destacó el Ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, quien indicó también ante la emisora Blu Radio que para el tercer trimestre deberán comenzar a bajar los precios de algunos alimentos que han tenido alta inflación.

Los expertos señalan, sin embargo, que este efecto sobre la inflación no será inmediato y que por ahora seguirá golpeando el bolsillo de los hogares.

De acuerdo con Isidro Hernández, profesor de la facultad de Economía de la Universidad Externado, “en este momento la mayor presión de la inflación viene por parte de los alimentos, entonces, al tomar acciones de tipo arancelario y para incentivar los insumos agrícolas y pecuarios, no tendrá efecto, pues las cosechas que van a salir en el primer semestre fueron producidas con el valor de los insumos del año pasado, lo que quiere decir que ya llevan ese costo de producción”.

El docente señaló además como, si bien las medidas arancelarias reducirán un poco los costos de los insumos importados, eso no quiere decir que los insumos estarán disponibles en el mercado internacional, pues además de enfrentar problemas de oferta, también tienen presiones por el lado de la logística de transporte.

“Estas decisiones no se van a ver en el movimiento de la inflación hasta mediados de septiembre y octubre, ya entrado el último trimestre del año, o incluso a partir del año entrante. Pues están muy concentradas en alimentos”, aseguró Hernández.

INGRESO SOLIDARIO

El Gobierno anunció el aumento en la cobertura a otro millón de hogares en el programa social Ingreso Solidario, que surgió en pandemia.

Roberto Angulo, socio fundador de la firma Inclusión SAS, destacó como esta propuesta podría ser más eficiente sí, antes de ampliar la cobertura, se ajustan primero los montos de las transferencias al aumento de la inflación, algo que solo sucede con Familias en Acción.

“Creo que la propuesta del Gobierno es tardía e incompleta, sin quitarle relevancia a meter un millón de nuevas familias como beneficiarios en el programa de Ingreso Solidario”, indicó Angulo, quien explicó que es, en primera instancia, tardía porque ya pasó un año de inflación en donde los pobres perdieron poder adquisitivo mes a mes.

“Y es incompleta por una razón”, añade Angulo: “la pobreza monetaria se mide sobre el flujo del ingreso corriente. En ese orden de ideas, si se van a usar las transferencias monetarias para contener la inflación se debería aumentar el flujo corriente de todos los usuarios de lo contrario cada punto de inflación puede estar aumentando la distancia de la línea”.

De acuerdo con Angulo, la manera más eficaz de afectar ese flujo es ajustando el monto de las transferencias a la inflación. “Propondría una combinación de ajuste a la inflación de todos los valores de transferencias monetarias, y ya dependiendo de la restricción fiscal, un aumento en las coberturas, pero que debería contemplar también transferencias extraordinarias”.

Según Angulo, se necesita una gobernanza articulada de las transferencias monetarias, y estas decisiones se deben tomar en conjunto y no con programas aislados.

LAURA LUCÍA BECERRA ELEJALDE
PORTAFOLIO

Fuente: Portafolio