La inflación de alimentos sigue siendo una de las grandes preocupaciones para los bolsillos de los nacionales y también para el gobierno. El ejecutivo ya empezó a tomar medidas y vienen otras en camino, pero ¿cómo ven esto los productores y agricultores? EL NUEVO SIGLO conversó con Jorge Enrique Bedoya, presidente de la Sociedad Colombiana de Agricultores (SAC), sobre este tema de vital importancia para el país.
EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo ven la decisión del gobierno y las recomendaciones del comité triple A de reducir los aranceles para algunas materias primas y alimentos, como medida de contención frente a la inflación de alimentos?
JORGE ENRIQUE BEDOYA: Lo primero que hay que tener presente es que el fenómeno inflacionario tiene explicaciones por varios factores, y una de ellas es que para algunos productos la oferta relativa a la demanda es bajista, como es el caso de la papa, como es el caso del plátano, como es el caso de algunos otros productos; entonces pues lógico sería que la oferta se incrementara o que la demanda se restringiera o que se equiparara.
En el caso de un producto como la papa, seguramente esto lo podemos ver, dependiendo de las condiciones económicas, si eso al final del día termina ocurriendo, sobre el mes de junio, sobre el mes de julio.
Ahora bien, para que haya una reducción de precios por la vía de una mayor oferta, primero tiene que haber nuevas siembras y eso dependerá de que exista suficiente semilla y de que los agentes económicos, en este caso vamos a tomar el ejemplo del sector de la papa, pues quienes hoy están cultivando papa y están recibiendo ingresos, tengan cómo volver a reinvertir, es decir, deben tener utilidad para poder reinvertir y tener nuevas áreas que conduzcan a una mayor producción.
La preocupación que también tenemos es que muchos de los productores que salieron por lo que generó el 2020, cuando se tuvo que regalar la papa en las carreteras, no pudieron, no tuvieran plata, literalmente, para producir en el año 2021 y los que produjeron y después del paro y los bloqueos, y después del incremento tan brutal de los insumos, también muchos salieron del mercado. Esas personas no tienen flujo de caja para poder invertir y es poco previsible que vayan a entrar al circuito del mercado, entonces eso va a ser un factor fundamental por el lado de frenar la demanda, del impacto de las tasas de interés, que subió el Banco de la República, en el costo del crédito para los consumidores y también para las empresas.
ENS: En ese caso, ¿se podría frenar el consumo? Y ¿la medida sí sería efectiva en el corto plazo?
JEB: Sí, eso puede ir frenando el consumo vía menor demanda y ya por el lado de esta medida, hay que ver lo que dice el Gobierno nacional, pues hay que mirar en detalle la lista de productos para saber varias cosas: primero, cuáles de ellos representan un porcentaje muy alto del costo de producción para saber si un producto que pesa entre un 5 y un 6% en el total del costo de producción pues definitivamente tiene un peso relativo, que cuando el arancel baje el producto se sienta dentro de la estructura de costos.
Segundo, que para cuando se aplique la reducción del arancel los costos internacionales, es decir, el precio en dólares, y la tasa de cambio no se hayan subido, para que no se vaya a descompensar la reducción del arancel. Así que esto toca mirarlo caso por caso para poder determinar cuál puede ser un impacto potencial, pero lo primordial termina siendo qué va a pasar en el balance de oferta y demanda en los meses por venir.
ENS: Entre los puntos que ya tocó veamos el ejemplo de la papa. ¿A los agricultores que no han entrado en el circuito productivo, los créditos podrían servirles? Más si tenemos en cuenta que las tasas del Banrep subieron. Aunque, el gobierno anunció unas nuevas líneas de crédito para el sector esta semana.
JEB: Lo primero es que hay que ver cuáles de esos productores que salieron del circuito productivo quedaron endeudados y no tuvieron para pagar sus créditos, que lo menos lógico sería que se metieran en otro crédito porque, inclusive, seguramente no sería sobre todo de crédito. Cuáles realmente sí lo logran hacer, y a pesar de la medida que tomó la comisión de crédito agropecuario de aprobar un plan indicativo para este año con más de 10 líneas especiales de crédito, si el monto del subsidio a la tasa de interés logra compensar y hacer que la tasa efectiva que paga el productor sea menor que la del mercado. Esto ante un escenario donde el Banco de la República suba las tasas de interés y que, seguramente, los intermediarios financieros también suben sus tasas de interés.
Eso puede ser una medida, insisto, para quienes están en el circuito productivo, y habría que ver, como lo dije anteriormente, a aquellos que no llegan a ser sujetos de crédito, por la misma condición, en la que algunos seguramente no tuvieron que pagar los créditos de capital de trabajo del año pasado, o simplemente no tienen el incentivo para poder tener crédito. Porque además, seguramente, el Banco no les va a prestar todo lo que requieren para empezar el cultivo de cero.
Entonces toca ir desagregando, sin duda alguna, el tema del crédito. Si tiene buenas condiciones y, de nuevo, si la tasa de interés que va a terminar pagando el productor es bajita, y no con esto que ocurrió con el Banco de la República, vamos a quedar en las mismas. Pues puede ser una buena señal para oxigenar las necesidades de capital de trabajo o algunos créditos de inversión, pero eso no necesariamente va a conducir a reducir la inflación, porque el fenómeno inflacionario va mucho más allá desde el punto de vista de la oferta y de la demanda.
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ENS: En ese sentido, el gobierno ya está tomando cartas en el asunto. Ustedes, desde el sector agro, ¿qué propuestas han hecho para combatir la inflación?, que afecta sobre todo a las personas más pobres, muchas de ellas que viven en el campo.
JEB: Una de las herramientas más fuertes que puede tener el Gobierno nacional es el programa de transferencias monetarias a los colombianos de mayor condición de vulnerabilidad, porque ante el incremento de los precios, evidentemente lo que corresponde es cómo oxigeno a usted la capacidad de compra, en este caso particular de los alimentos.
Lo segundo, son las medidas que ha dispuesto el Gobierno nacional que sin duda alguna contribuyen en la medida de su implementación, pero no necesariamente resuelven. Porque aquí hay que tener muy presente que el fenómeno de los costos de producción es un fenómeno global, como lo ha dicho el mismo Ministro de Agricultura, y que por más esfuerzos que haga el Gobierno -que está haciendo grandes esfuerzos- es muy poco probable que se alcance a compensar todo ese incremento de más del 50%, del 40% al 60%, que se vio en algunos insumos durante el año 2021.
Y la recuperación de las áreas sembradas, para hablar del sector agrícola o de los animales y sus inventarios, para hablar del sector pecuario, no ocurre de la noche a la mañana y por eso nosotros estimamos que en lo que pueda llegar a ocurrir en materia de precios vía oferta, pues en el caso de cultivos de ciclo corto, como es el caso de la papa, terminaría siendo hacia el mes de junio, julio, de este año y ahí habrá que ver cómo está la demanda para poder establecer si lo que se genera es una reducción de los precios.
Cómo comprar más barato
ENS: De esa manera, ¿cómo podrían las personas combatir un poco ese aumento de precios?
JEB: Ahora bien, los consumidores también optan por otros productos que pueden estar más económicos. Hoy, por ejemplo, el arroz es un producto sobre el cual hay grandes cantidades de inventarios a nivel nacional, porque en el año inmediatamente anterior el IPC del arroz fue negativo todo el año.
De hecho, fue uno de los productos que tuvo una reducción en el costo del consumidor de doble dígito; entonces, el efecto sustitución puede llevar a que los consumidores vayan buscando otras opciones y habrá que hacerle seguimiento a las otras cosechas o a los inventarios, como es el caso del crecimiento de la producción de pollo y la producción de huevo, que dejaron en el 2021 un crecimiento superior al 3,5%, inclusive al 4%, y a ver eso cómo termina generando, seguramente, un mayor alivio para el bolsillo de los consumidores.
En síntesis, lo que hay que hacer es un seguimiento permanente a las medidas que puede tomar el Gobierno, ¿tendrán un impacto en función de las estructuras de los costos de producción de los diferentes sectores? Pero, primordialmente, el tema es si va a haber una mayor oferta, o si va a haber una demanda de alguna manera restringida por lo que puede ser el impacto del incremento de las tasas de interés por parte del Banco de la República.
Fuente: El Nuevo Siglo