Fue aprobada la Política para la Sostenibilidad de la Caficultura Colombiana que será ejecutada durante nueve años y contará con una inversión mínima de $34.531 millones. Está encaminada a reducir la incertidumbre y dependencia de los caficultores a programas sociales y trasferencias monetaria. Huila el mayor beneficiario.
Con el objetivo de garantizar la sostenibilidad de la actividad cafetera de Colombia a largo plazo, para reducir la incertidumbre y dependencia de los caficultores a programas sociales y transferencias monetarias, el Gobierno Nacional y la Federación Nacional de Cafeteros –FNC, lograron sacar a delante y aprobar el documento Conpes 4052 que se ejecutará durante los próximos nueve años.
Se trata de una hoja de ruta donde las más de 83.000 familias cafeteras del departamento del Huila, como mayor productor del grano en el país, serán las principales beneficiarias, al igual que toda la cadena que compone al sector a nivel nacional.
El cultivo del café se encuentra en más de la mitad del país, genera 730.000 empleos directos, participa con el 25% del empleo rural, y representó en el 2020 el 11,2% del Producto Interno Bruto agropecuario.
Las metas
El documento Conpes 4052 hace una radiografía del estado del sector cafetero del país, presenta las fortalezas, las oportunidades de mejora y el potencial, y en ese sentido plantea cuatro metas y 11 líneas de acción a lograrse antes de nueve años.
La primera meta es fomentar el acceso a activos productivos para incrementar la productividad. En segundo lugar figura el estabilizar el ingreso del caficultor para reducir el impacto de factores externos que influyen en el precio y la producción del grano.
La tercera meta es promover nuevos mercados y consolidar los existentes para que el caficultor reciba una mejor remuneración por su actividad, de acuerdo a la calidad de su producto.
Y en último lugar, fortalecer la oferta de bienes públicos en los eslabones de la cadena del café, para hacer más competitiva la actividad.
El documento fija planes de seguimiento semestrales, los responsables y presupuesto. Deben trabajar en conjunto Finagro, el Ministerio de Agricultura, el Banco Agrario, la Agencia Nacional de Desarrollo, la Federación Nacional de Cafeteros -FNC, Procolombia, el Instituto Colombiano Agropecuario -ICA, entre otras instituciones.
Una de las tareas más próximas y que figura para el año 2022, es analizar la viabilidad de incluir el financiamiento de infraestructura para el tratamiento y reúso del agua residual y para el manejo y aprovechamiento de la biomasa residual.
Y de aquí al 2030 se presentan objetivos tales como, instalar centros digitales en los municipios donde se cultive el grano, trabajar en la reestructuración de 28.080 hectáreas establecidas con café a libre exposición solar en zonas marginales, y buscar fuentes de financiamiento para renovación de cafetales, entre otras.
Esta política cuenta con una inversión mínima de $34.531 millones de los recursos del Presupuesto General de la Nación para adelantar los diferentes programas y que se deberán aprobar en la vigencia respectiva, será implementada de forma articulada.
“Este documento Conpes para el sector cafetero es de la mayor trascendencia. Ningún otro sector agrícola colombiano lo tiene”, dijo el gerente general de la FNC, Roberto Vélez Vallejo.
Así mismo, el ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Rodolfo Zea Navarro dijo que se trata de un compromiso cumplido del presidente Iván Duque con las miles de familias productoras de café, “ahora el sector caficultor cuenta con una hoja de ruta clara que define las acciones que se deben realizar para que este subsector sea sostenible a lo largo del tiempo”, aseguró.
Fuente: La Nacion
