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Menos de ocho horas después de su elección en el Parlamento, la nueva primera ministra sueca, Magdalena Andersson, tuvo que dimitir el miércoles tras el fracaso de su presupuesto y la retirada de sus aliados ecologistas del gobierno.
“Hay una práctica constitucional según la cual un gobierno de coalición dimite cuando un partido se va. No quiero dirigir un gobierno cuya legitimidad está en entredicho”, declaró la dirigente socialdemócrata, añadiendo que esperaba ser reelegida en una próxima votación.
Fuente: El Nuevo Siglo