Cerca de 365 de instituciones educativas de la ciudad comenzaron a desarrollar un programa de capacitación para fortalecer las capacidades ciudadanas y socioemocionales a través de la formación en “Agentes de cuidado”.
El objetivo de este plan es reducir la violencia en las familias. El consumo de sustancias psicoactivas y los abusos que tienen que ver con la violencia de género son dos problemas que afectan a toda la comunidad educativa y por lo cual la Secretaría de Educación, junto a la Universidad de los Andes, decidió crear espacios en donde capaciten a docentes y alumnos en el fortalecimiento de las capacidades ciudadanas y socioemocionales.
Con estos espacios se busca consolidar apropiación en la promoción de derechos, prevención de vulneraciones, atención y seguimiento de estas situaciones, además de unir esfuerzos técnicos, administrativos y financieros con el fin de diseñar, implementar y sistematizar dos estrategias: una para la prevención del consumo de sustancias psicoactivas (SPA) y otra para la prevención de violencias basadas en género (VBG), que se desarrollarán través de acciones pedagógicas y operativas, en el marco de la estrategia “Respuesta Integral de Orientación Pedagógica” (RIO-P) del “Programa Integral de Educación Socioemocional, Ciudadana y Escuelas como Territorios de Paz”.
Le puede interesar: Techos verdes, los nuevos pulmones de la ciudad
Esta estrategia que facilitó diálogos pedagógicos sobre los efectos de la producción, comercialización y consumo de SPA, permitió el espacio denominado “Agentes de cuidado”, un ejercicio en donde las personas hablaron de su propia historia y al tiempo escucharon las de otras, con el fin de transformar los contextos de la comunidad educativa por medio del aprendizaje experiencial y el cuidado.
Desde la Secretaría de Educación se destaca la participación y l compromiso de los docentes de las comunidades educativas para hacer frente a las violencias basadas en género y violencias sexuales. Las docentes Yamile Mendivelso y Carolina Castro contaron que su participación en el proceso de formación se sumó a un conjunto de acciones previas en las que han trabajado en sus colegios para promover los derechos de las niñas, niños y adolescentes.
Fuente: El Nuevo Siglo