¿Qué es la pamplina y para qué se utiliza?

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La pamplina tiene un amplio historial como tratamiento complementario para trastornos cutáneos. ¿Posee otros usos? ¿Es efectiva? Descúbrelo en este espacio.

¿Qué es la pamplina y para qué se utiliza?

La pamplina, de nombre científico Stellaria media, es una mala hierba que suele crecer en América del Norte, Europa y algunas regiones de Asia. También se conoce como «capiquí» o «hierba gallinera» y se caracteriza por su particular tallo peludo y sus pequeñas flores blancas en forma de estrella que se emplean con fines medicinales.

Hasta hace algunos años se preparaba en forma de té, decocciones y extractos para aliviar algunos problemas de salud. No obstante, en la actualidad se emplea principalmente como ungüento tópico, ya que su consumo oral acarrea algunos riesgos. ¿Quieres saber más al respecto? ¡Continúa leyendo!

Usos y beneficios de la pamplina

Debido a sus propiedades, la pamplina se ha usado como remedio natural desde hace cientos de años. Un estudio divulgado a través de la revista Heliyon expone que la planta concentra los siguientes compuestos con potencial farmacológico: 

  • Flavonoides.
  • Oligosacáridos estelariosos.
  • Derivados de antraquinonas.
  • Ácidos grasos.
  • Esteroides saponinas.
  • Compuestos fenólicos.

Estos, en particular, le confieren propiedades antifúngicas, antibacterianas, analgésicas, antiinflamatorias, antidiabéticas y ansiolíticas. Aún así, hay que tener precaución al utilizarla, dado que no está exenta de posibles interacciones y efectos secundarios. ¿Cuáles son sus principales usos?



Inflamación

Las propiedades antiinflamatorias de la pamplina se utilizan para mitigar los síntomas de trastornos cutáneos, articulares o respiratorios. En una revisión compartida en Integrative Medicine Research se encontró que la aplicación tópica de esta planta coadyuva a reducir la inflamación y la irritación. Además, tiene efectos calmantes.

Otra publicación en la revista Molecules determinó que todas las partes de la planta disminuyen la inflamación cuando se aplican sobre piel inflamada y articulaciones. Sin embargo, no es un tratamiento de primera línea y son necesarias más investigaciones.

El uso tópico se ha preferido en la pamplina frente a la vía oral por el riesgo de efectos adversos.

Salud de la piel

En la medicina tradicional china, la pamplina se ha usado para combatir enfermedades de la piel como la dermatitis. Asimismo, se cree que favorece la regeneración dérmica y la cicatrización de heridas. En un artículo compartido en Pharmacognosy Research también destacan sus propiedades emolientes, idóneas para disminuir la irritación y la comezón.

Otros usos tópicos de la planta son los siguientes:

  • Quemaduras.
  • Dermatitis de contacto.
  • Dermatitis del pañal.
  • Eczema.
  • Picaduras de insectos.
  • Psoriasis.
  • Erupciones.

Pérdida de peso

La pamplina se ha investigado como posible tratamiento para la obesidad. Sin embargo, los estudios se han hecho en animales y los hallazgos no son suficientes para hacer afirmaciones. Uno de los estudios fue publicado en la revista Ayu e informó que los ratones obesos alimentados con un extracto de Stellaria media durante cuatro semanas experimentaron pérdida de peso.

Entre tanto, una investigación en BMC Complementary and Alternative Medicine hizo hallazgos similares. En esta, los ratones fueron alimentados con una dieta alta en grasas y jugo de pamplina liofilizado. Luego de 6 semanas no se observó un aumento de peso ni de grasa corporal o colesterol malo.

Los investigadores creen que esto ocurre por una absorción retardada de las grasas y los carbohidratos que sucede debido a las enzimas inhibidoras de la digestión en el jugo de pamplina. En cualquier caso, se desaconseja su empleo con este fin, ya que el contenido de saponinas de la planta puede ser contraproducente en humanos.

Precauciones y posibles efectos secundarios de la pamplina

Para la mayoría de las personas, la pamplina de uso tópico es segura y bien tolerada. No obstante, hay quienes experimentan una erupción leve. Se recomienda evitarla en caso de tener antecedentes de alergia a las plantas de la familia de las margaritas.

Por otro lado, es fundamental prevenir una ingesta excesiva. Su contenido de saponinas pueden provocar malestar estomacal y otros síntomas, como náuseas, diarrea y vómitos. Asimismo, puede ser potencialmente tóxica, con riesgos de parálisis muscular, convulsiones y coma (en raros casos).

Dada la falta de evidencias, no se aconseja su consumo en los siguientes casos:

  • Embarazo y lactancia.
  • Niños.
  • Personas que estén tomando medicamentos o que se estén sometiendo a algún tratamiento médico.


Dosis y modo de uso

Por ahora, no hay evidencia clínica sobre cuál es la dosis adecuada de pamplina. Los suplementos con la planta deben usarse según las indicaciones del fabricante.

Además, lo idóneo es hablar con el médico antes de utilizarlo. Algunas formas son las siguientes:

  • Crema o ungüento: ideal para irritaciones cutáneas o eczemas. Calma la comezón y contribuye al alivio de quemaduras menores. No debe aplicarse sobre heridas abiertas.
  • Aceite infuso: para elaborarlo, se llena un frasco con pamplina fresca y aceite de girasol. Luego, en un lugar fresco y seco se deja infundir durante un par de semanas. Pasado este tiempo, se cuela y se aplica sobre la piel.
  • Infusión: para preparar una taza se agrega una cucharadita de la planta en agua hirviendo. ¡Ojo! No se debe exceder su consumo porque puede ser contraproducente.
  • Emplasto: se aplasta la planta fresca y se pone sobre una gasa. Luego, se aplica sobre erupciones, inflamaciones locales o forúnculos.
Son diversas las preparaciones que admite la pamplina para su uso medicinal.

¿Qué hay que recordar sobre la pamplina?

En la medicina natural, la pamplina se ha empleado para calmar afecciones de la piel, trastornos articulares y sobrepeso. No obstante, hay una discusión sobre su uso seguro vía oral. Por ello, hoy en día suele utilizarse solo de forma tópica.

Los estudios sobre la planta son aún limitados y se han hecho en animales y en probetas. Debido a esto, los remedios derivados no se deben considerar una primera opción a la hora de tratar las enfermedades. Es importante consultar al médico antes de usarla como complemento.

Fuente: Mejor Con Salud

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