Valiosa habilidad social: aprender a decir “NO”

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¿Te cuesta decir “NO”? Entérate en este artículo de todo lo que puedes hacer para cambiar esa realidad y evitar poner en riesgo tu bienestar.

El acto de decir “no” es fundamental para que la persona tenga autocontrol y evite ir en contra de sus propios deseos. Sin embargo, son muchas las personas a las que les cuesta comunicar esta idea.

Estos enfrentan serios problemas, pues nunca encuentran la manera de manifestar sus límites y pueden ser manipulados con facilidad. Debido a ello, se terminan mostrando débiles a nivel emocional.

Además, actúan sin tener seguridad y confianza en sus propias ideas. De esa manera, ante el más mínimo reproche renuncian a lograr cumplir los objetivos que en una primera instancia se habían propuesto.

Este comportamiento también ocasiona que en el futuro la persona se sienta frustrada e inconforme consigo misma. Pues se da cuenta de que a lo largo de la vida renunció a muchos aspectos que lo hacían feliz, puso en riesgo su bienestar y se quedó estancada por actuar como le indicaban los demás.

Adicional a ello, se puede sentir enfadada e inconforme a toda hora. Esto, debido a que al hacer un análisis interior sabe que terminó comunicando unas ideas distintas a las que tenía en mente.



De tal modo, es importante que todas las personas se preocupen por desarrollar la capacidad de la asertividad. Así, pueden intercambiar sus puntos de vista con seguridad, proponer consensos y transmitir con honestidad todo lo que sienten.

¿Cómo son las personas a las que les cuesta decir “NO”?

Estas personas en todas las situaciones piensan que son egoístas con su entorno si dicen que “no”. Además, se sienten culpables de lo que no puedan llegar a cumplir los individuos que le pidieron un favor.

Por otra parte, estas personas sienten que tienen la obligación de cumplir los caprichos de los demás. Por esa razón, adquieren responsabilidades que no les pertenecen y se olvidan por completo de sus compromisos laborales o personales.

Asimismo, a pesar de que identifican que su actuar es erróneo, en todo momento comunican alguna justificación. Pues creen que nunca hay motivos para renunciar a todo lo que le indiquen los demás.

Causas de que una persona nunca diga “NO”

En primer lugar, las personas pueden acostumbrarse a nunca decir que “no” por miedo a que las demás los rechacen. De esa manera, realizan todo lo que les indiquen solo para tener aprobación.

Un individuo también puede tener esta conducta porque cree que los demás se sienten agredidos o piensan que es un acto de mala educación. No obstante, negarse de manera amable es un derecho que tienen todas las personas para respetar sus sentimientos y convicciones.

Otra de las causas es que la persona no sabe gestionar sus emociones ni comunicarse con fluidez. Por esa razón, al decir que “no” se sienten angustiados y acceden a hacer lo que les convenga a los demás.

Por último, a una persona le puede costar decir que “no” porque es pesimista y siempre se imagina malos desenlaces. Debido a ello, cree que si se niega va a terminar envuelto en un conflicto intenso.

¿Cómo aprender a decir que “no”?

Antes de emitir una afirmación es fundamental analizar de manera detenida todas las implicaciones. Así se puede evaluar si la propuesta afecta el bienestar de la persona y decidir cuál es la respuesta más pertinente.

Es imprescindible que la persona sepa valorarse y reconozca la importancia de sus propósitos. De tal modo, se pone como prioridad y evita todas las situaciones que lo puedan afectar.

Después, al momento de comunicar la negativa es importante hacerlo en un buen tono porque la idea nunca será agredir. Además, el diálogo tranquilo puede lograr que las dos partes lleguen a un consenso que los beneficie.

Finalmente, siempre hay que ser firme en las decisiones tomadas. Pues de esa manera no se le da lugar a la manipulación ni a las conductas que afecten una meta personal.

Consideraciones finales

Es indispensable aprender a decir que “no” para conocerse a sí mismo, enfocarse en cumplir los logros y tener el control de las decisiones personales. De ese modo, la persona aumenta su autoestima porque realiza lo que le gusta, confía en sí mismo, fortalece sus habilidades y avanza hacia donde pretende.

Para aprender a decir que “no”, las personas deben entender que este hábito se aprende a lo largo de la vida. A raíz de ello, se vence la idea errónea de que nunca se puede hacer nada para lograr cambiar.

Fuente: Mejor Con Salud

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